¿Dudas sobre las vacunas? Lee esto

La OMS ha ubicado al movimiento antivacunas entre las principales amenazas a la salud.

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No tener vacunas puede ser mortal para menores de edad. (Internet)
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Agencia
CIUDAD DE MÉXICO.- El movimiento ‘antivacunas’, que está presente en todo el todo el mundo, fue incluido por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en la lista de las 10 principales amenazas para la salud en 2019. Están al nivel del ébola, el dengue o el sida.

De acuerdo con HuffPost, los problemas que pueden ocasionar sus acciones son tales, que "Las dudas sobre las vacunas amenazan con revertir el progreso realizado en la lucha contra las enfermedades prevenibles por vacunación", asegura este organismo.

En su texto hacen referencia al caso concreto del sarampión, que en 2010 estaba en la lista de erradicables y que en los últimos años ha experimentado un incremento del 30% a nivel mundial por su fácil contagio. Un ejemplo: si una persona enferma de sarampión está en contacto con diez no vacunados, nueve acabarían contagiándose, como recoge un informe de la Asociación Española de Pediatría.

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El dato es tan aplastante que debería tumbar de un golpe a cualquier antivacunas en una discusión, pero los defensores de este movimiento utilizan otros argumentos que también se pueden desmontar muy fácilmente. La revista Enfermería y Salud los ha recogido en su número de enero y aquí se presentan los más relevantes.

"No son seguras"

"Detrás de cada vacuna, nueva o antigua, hay estudios científicos que han probado su efectividad y seguridad". Los especialistas Elena Blanco y Gonzalo Oñoro, también conocidos como Dos Pediatras en Casa, hablan con contundencia y recuerdan que a diario se ponen cientos de miles de vacunas en todo el mundo. Si realmente no fueran seguras, los médicos ya nos habríamos dado cuenta como para dejar de recomendarlas".

"Causan las enfermedades que dicen curar"

Las vacunas están hechas del virus muerto o el virus atenuado, pero eso no significa que causen las enfermedades que atacan, asegura la doctora en Farmacia Marián García, más conocida como Boticaria García. La especialista señala que en este mito concreto tiene mucho que ver la gripe, ya que a veces aparece días después de vacunarse. "Lo más probable en esos casos es que la persona estuviese incubando la enfermedad cuando la vacunaron ", aclara.

"Otras vacunas provocan reacciones leves como fiebre, dolor en el lugar de la inyección o cierto malestar, pero eso dura unas horas o un par de días como mucho", añade Ángel Hernández-Merino, miembro del Comité Asesor de Vacunas de la Asociación Española de Pediatría.

"Producen otras enfermedades como el autismo"

Este es sin duda el argumento más extendido y tiene su origen en los 70, cuando el británico Andrew Wakefield publicó en la prestigiosa revista científica The Lancet el resultado de una investigación en la que relacionaba la vacuna del sarampión y el autismo. La publicación se acabó retractando en 1998, pero en Google todavía siguen escupiendo cientos de páginas con esta teoría. El tiempo ha demostrado que no tenía razón y que Wakefield, al que le retiraron la licencia médica por mala praxis, hizo esto para enriquecerse.

"No está demostrado que las vacunas funcionen"

El mismo mecanismo que se emplea para demostrar que las vacunas son seguras sirve para demostrar que las vacunas funcionan. "En Estados Unidos tienen que pasar los controles de la FDA (Administración de Alimentos y Medicamentos) y en Europa de la EMA (Agencia Europea de Medicamentos)", explica Guillén, que apunta que "no solo es un tema de efectividad y eficacia, también se hace una evaluación económica".

"Previenen enfermedades que ya no existen"

Claro que existen, lo que pasa es que las vacunas reducen su presencia. El especialista en medicina preventiva Francisco Guillén sostiene este argumento con cifras: "De los niños que pasan el sarampión, un porcentaje termina hospitalizado y de los que se hospitalizan un 1% puede morir por encefalitis".

"Es mejor enfermar que vacunarse"

"Eso es una falacia", dicen los Dos pediatras para los que "lo mejor sería no estar nunca enfermo y para ello las vacunas son de gran ayuda". Y recurren al ejemplo del sarampión, con una letalidad del 0.1%. "Esto quiere decir que de cada mil personas que lo padecen, una de ellas fallece", aclaran los dos especialistas, para los que esa es una letalidad altísima.

"Las vacunas son una estafa de las farmacéuticas"

El pediatra Ángel Hernández-Merino contraataca con otro argumento: las propias farmacéuticas ganarían mucho más si "miles de niños enfermaran y padecieran las consecuencias de esas enfermedades". Según este, se trata de cultivar el victimismo y las conspiraciones que se relacionan con estas empresas.

"Las alternativas naturales son mejores"

Lo que claramente es mejor para la salud de los niños y los adultos es aquello que se haya demostrado científicamente que funciona". "Nosotros jugamos con la evidencia, ellos con el miedo", sentencia Boticaria García.

"Son mis hijos y yo decido si vacunarlos o no"

Son tus hijos, pero "el bienestar de la comunidad debería estar por encima de los individuos", señala el doctor Francisco Guillén, que recuerda que "los hijos no son una propiedad privada como una casa y puedes perder su custodia". De la misma manera, apunta que las vacunas no siempre son efectivas al 100% de modo que "si tengo un hijo y lo mando a una guardería tengo derecho a que esté protegido".

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