El arzobispo de México, Luis María Martínez, consagró la iglesia de San Miguel Arcángel el 14 de febrero de 1947, evento que cumple ya 75 años convirtiendo al edificio en uno de los más antiguos de la isla Cozumel.

Para conmemorar este evento, se celebraron misas en la iglesia ubicada en el primer cuadro de la ciudad, en cuyo interior se encuentra la única imagen que no fue destruida por tropas carrancistas gracias a que fue ocultada por Don Valerio Rivero y su familia.

La corona original que portaba la imagen del Santo Patrono de la ínsula, a quienes los isleños le atribuyen la protección de los huracanes, fue robada hace algunos años y jamás se recuperó.

Veudi Vivas Valdez, cronista vitalicio de Cozumel, compartió datos históricos de la iglesia ubicada en el cruce de las avenidas Benito Juárez con 10, de la colonia Centro.

El profesor retirado, hoy historiador vitalicio del municipio, recordó que en el 2021 se celebró el 75 aniversario de que el Padre Misionero de Maryknoll, Jorge F. Hogan, bendijo el templo recién terminado de construir el 26 de mayo de 1946, obra que se inició en 1945 y en la que participaron los habitantes de la isla.

Antes de esto, en la parte final del siglo XIX y hasta el año de 1915, la práctica de la religión y misas católicas se hacían sin un sacerdote fijo en lo que era una modesta construcción.

Ese año arribó un contingente militar al mando del Capitán Isaías Zamarripa que la ocuparon y usaron como establo. De acuerdo con los datos aportados por el historiador, el jefe castrense "fusiló" las imágenes de los santos para después quemar el edificio.

La efigie de San Miguel se salvó de la destrucción gracias a que fue ocultada. Zamarripa es el mismo militar que encabezó la violenta disolución de las Ligas Socialistas de Resistencia en Yucatán en el año de 1919 durante las elecciones estatales a diputados y autoridades municipales.

Por un periodo de 30 años, las misas se practicaron en predios particulares de los habitantes de la isla, hasta a la llegada de los misioneros de lo que entonces era la Sociedad Católica de América para las Misiones Extranjeras, hoy conocida como los Padres y Hermanos Maryknoll.

No se pudo recupera el predio frente a la plaza principal, por lo que se comenzó a usar el terreno que fue propiedad de Salomé Martín Salas, donde hasta la fecha se ubica.

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