Jesús Hernández Téllez/Milenio
MÉXICO, D.F.- La carrera de José Antonio Rodríguez estaba planeada para que tarde o temprano asumiera la titularidad en el arco de Chivas de Guadalajara.

Ha sido seleccionado nacional desde los 17 años. Antes de su debut en la Primera División había jugado casi cien partidos fuera de México, y dentro del organigrama de las fuerzas básicas su nombre era respetado; es el arquero titular en Chivas y le tocó asumir en medio de la polémica. 

Cuando a 'El Güero' Real le avisaron que no comprarían a Jesús Corona (Cruz Azul), sabía que tenía al sustituto ideal. 

A José Antonio, cuyo antecesor bajo los tres palos es Luis Michel, lo respalda un Mundial Sub 17, un Sub 20 y la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Londres, aunque no sumó minutos en el campo.

En un 'mano a mano' con La Afición, el meta admite su deseo de hacer época en el marco del Rebaño Sagrado y que su referente es Oswaldo Sánchez, de quien dice es San Oswaldo.

-¿Qué se siente ser el número uno?

“Es una ilusión muy grande, ni en mis mejores sueños lo podía imaginar, que en este momento y a esta edad (21 años, 7 de abril, 1992) me pudiera llegar, pero lo tomo con mucha responsabilidad y entusiasmo, con mucha decisión, convencido de lo que quiero, de adónde quiero llegar y adónde quiero ir; es lo que deseaba, era lo que quería, esta portería, y sé que me falta mucho por recorrer”.

-Chivas ha tenido grandes porteros: Jaime 'Tubo' Gómez, 'Cuate' Calderón, 'Zully' Ledesma, Oswaldo Sánchez, ¿también quieres ser referente?

“De ellos la gente se acuerda y se seguirán acordando, porque son parte de la historia. Claro que me gustaría ser comparado con ellos, sería un orgullo enorme, pero quiero hacer mi propia historia, marcar mi propia época, ser un portero que se identifique con la gente y que la afición sepa que hay un buen portero. Estoy agradecido con poder formar una época, pero tengo que trabajar mucho”.

-¿Cuál es tu estilo de juego?

“Soy un portero de trabajo. Me gusta mejorar día con día, pulir cosas, soy alguien que vive mucho el juego. Soy muy pasional, lleno de fe. Vivo cada partido, me gusta gritar mucho. No soy un portero calladito o reservado, me gusta vivir el partido de esa manera, pocos tenemos la oportunidad de estar acá y lo disfruto”.

¿Por tu estilo a quién crees que te pareces?

“Crecí en la época de San Oswaldo, lo veía y era un referente, cuando yo me aventaba gritaba ‘Oswaldo’, es algo que me marcó, porque era fan. Los domingos ya estaba despierto a las 10 de la mañana para ir al estadio y el ir y ver a Oswaldo significó mucho y si tengo que tomar a alguien como referencia, sería él”.

-Ricardo La Volpe dice que un portero se consolida conforme le hagan goles.

“Muy cierto, a base de errores se aprende; aprendes más de las fallas y eso me ha quedado claro, así como he tenido buenas he tenido muy malas y le he sacado lo mejor. 
Tú sabes qué te hizo falta para evitar un gol, mejorar la posición, un grito a tu defensa a tiempo, ese tipo de detalles que son finos, que no se notan mucho, son los que marcan la diferencia”.

-¿Estudias a tus rivales?

“Sí, desde luego, no llego a un partido para ver qué es lo que pasa. Si uno llega preparado para el día del juego, llegas con cierto colchón para saber por dónde tener una salida clara, por ejemplo. Me divierto viendo futbol y analizando a los rivales”.

-¿Por tratarse de Chivas, los campeonatos deben ir de la mano?

“Así tiene que ser. La gente siempre se acuerda de los equipos campeones, debes tener el respaldo de un título y si no tienes eso no habrá un impacto en el futuro. La gente se acuerda del Campeonísimo por sus títulos, la gente se acuerda de los campeonatos, aún nos acordamos del título de 2006”, concluye quien se describe como un enamorado de la posición de portero, dos veces mundialista juvenil y campeón olímpico en Londres.