Mérida "ayudó" a Soraya a triunfar en los JO de Sidney
Miguel Medina la asesoró en la entidad, durante un campamento que realizó la pesista mexicana antes de esa Olimpiada
Jesús Erosa/SIPSE
MÉRIDA, Yuc.- El veterano entrenador de halterofilia Miguel Medina Gutiérrez no olvida cuando la recién fallecida pesista Soraya Jiménez Mendívil le dijo hace 13 años: “Gracias ‘profe’, he aprendido mucho en Mérida; me voy con la seguridad de hacer un buen papel en Sidney”.
El popular “Güero” Medina se encontraba consternado al enterarse de la repentina muerte de su amiga Soraya, quien estuvo en esta capital en un campamento, prefiriendo vivir en la casa del veterano entrenador que ir a alojarse en un hotel.
Recordó Medina Gutiérrez que Soraya hizo campamento aquí antes de tomar parte en los Centroamericanos de Maracaibo 1998.
Medina Gutiérrez, quien participó en las Olimpiadas de México 1968 y Munich 1972, comentó que la ganadora de oro en Sidney 2000 era muy valiente, porque en esos Centroamericanos compitió lesionada, ya que estando en Mérida sufrió ruptura de meniscos.
Explicó que hubo una gran amistad con la mexiquense porque aquí convivio con su familia y en los Centroamericanos de San Salvador 2001 fue compañero de equipo de su hijo, el también pesista Heyder Medina Valladares.
Comentó que Jiménez Mendívil se sentía contenta de entrenar en Mérida porque le gustaba escuchar sus consejos y porque fue gran amiga de Víctor Alayola Rosas (qepd), quien entonces era el presidente de la Federación Mexicana de Levantamiento de Pesas cuando ella ganó el oro olímpico.
Al tocar el tema de los esteroides y anabólicos en las pesas, el veterano entrenador aseguró que la halterofilia es el deporte más limpio, donde los atletas no necesitan de sustancias extra para sobresalir. Aseguró que, a pesar de los rumores sobre que Soraya recurrió a los anabólicos, ella presentaba exámenes antidoping constantemente y siempre pasó las pruebas, lo que quiere decir que “nuestros atletas están limpios de toda sustancia que les pueda perjudicar la salud”.
Por su parte, Pedro Mendoza Aguilar expresó que a Soraya la recuerda como una excelente persona, siempre sonriente , amigable y que en su permanencia en Mérida sólo se ganó amigos.