Ángel Mazariego/SIPSE
CANCÚN, Q. Roo.- Pablo Ortega llega a su tercera victoria de la temporada, respaldada por la artillería felina, y los Tigres de Quintana Roo vencen 3-2 a Sultanes de Monterrey para obtener su segunda barrida de la temporada y mantenerse como líderes solitarios de la zona sur de la Liga Mexicana de Béisbol.

Los felinos están intratables en el arranque de la temporada y vuelven a casa como líderes del sur, con 10 ganados y 4 perdidos.

Pablo Ortega se fajó en el montículo, para poner un récord de 3 triunfos sin descalabros, en lo que va de actuaciones en el campeonato, esto después de 6 entradas completas, donde recibió 5 indiscutibles, 2 carreras, concedió 2 pasaportes, ponchó a 2 y le pegaron un cuadrangular. El salvamento fue para Francisco Rodríguez, que acumula 2 en la campaña.

También te puede interesar: Zarpazos felinos en Reynosa

La derrota fue para Edgar González, que a la inversa del “maestro” Ortega lleva 3 descalabros en el campeonato sin triunfos, su labor fue de 8 rollos, 8 indiscutibles, 3 anotaciones, una base y 5 abanicados.

La historia del triunfo de bengala comenzó a gestarse en la parte alta del segundo episodio; Sergio Contreras dio un doblete al jardín izquierdo y fue llevado a la registradora con elevado de Carlos “Chapis” Valencia.

Los regiomontanos respondieron en la parte baja con error del parador en corto felino, Esteban Quiroz, que permitió la entrada de Max Ramírez para empatar el juego a una carrera.

La novena de bengala dio rugidos de ataque en la alta del quinto y sexto asalto con una anotación respectivamente para tomar ventaja en el Palacio Sultán.

Primero Jesús Alan Espinoza dio un triple por la pradera izquierda y llegó a tierra prometida con sencillo de Esteban Quiroz. Mientras que en el sexto rollo Jorge “Bronco” Cantú sacó un doblete remolcador para poner la pizarra 3-1.

Los fantasmas grises se acercaron en la fatídica séptima, el “maestro” Pablo Ortega recibió el quinto cuadrangular de la temporada de Max Ramírez, para poner la pizarra 3-2. Sin embargo poco pudieron hacer para emparejar la pizarra.