Octavio Martínez/SIPSE
PLAYA DEL CARMEN, Q. Roo.- Los vestigios arqueológicos situados en las cercanías de la empresa Calica volvieron a mostrar parte de esplendor milenario que sirvió como escenario para recibir mediante una ceremonia al equinoccio de otoño que se celebró ayer y por primera vez se realizó en dicho lugar. 

Hasta ese sitio se movilizaron  más de 20 personas del grupo filosófico prehispánico que dirige el sacerdote maya Luis Nah.

Al momento de introducir los enseres para realizar el ritual un custodio del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) impidió a los mayas ingresar, debido a que se encontraban, según él,  adelantados en el horario de llegada, y aunque el incidente no pasó a más, sí molestó a las personas que formaron parte del ritual. 

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Y fue de esta manera como alrededor de las 16:30 horas, Luis Nah lanzó una plegaria al aire y en el mismo instante el copal empezó a esparcirse en el ambiente  y el sonido de los instrumentos de percusión comenzó a escucharse, con lo que se daba por iniciado el ritual para dar la bienvenida a la tercera estación del año. 

Durante más de 20 minutos que duró el acto, los asistentes observaron atentamente cada uno de los movimientos  que el sacerdote maya realizó, por lo que al final del mismo,  regaló  a cada uno de ellos granos de maíz y semillas de cacao. 

Luis Nah explicó que ambos objetos simbolizaron el sustento de los pueblos autóctonos del continente, así como la riqueza en el caso del cacao, del que recordó que un día sirvió como moneda de intercambio comercial. 

Esta fue la primera ocasión que se realizó la ceremonia de cambio de estación en los vestigios cercanos a los terrenos de la empresa Calica, ya que anteriormente se había hecho en la zona arqueológica de Xaman Há, por lo que ya se analiza que este sitio se convierta en el punto fijo de las próximas celebraciones prehispánicas.