Carolina Soto/Agencia
Noruega.- Noruega está de fiesta ante las celebraciones por el cumpleaños 80 de los Reyes Harald y Sonia. En uno de los eventos más importantes de esta serie de festejos estuvo la cena de gala en la que miembros de las Casas Reales se reunieron en honor de los Reyes.

De acuerdo con el portal ¡Hola!, el Príncipe Haakon, hijo de los homenajeados, no podía faltar a esta cena a la que llegó galante escoltando a la Reina Margarita de Dinamarca. Pero la sorpresa llegó, cuando a media cena decidió despojarse de su característica barba para mostrar una imagen completamente diferente a la que nos tiene acostumbrados.

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Al parecer, todo se trató de una broma que el Príncipe Heredero decidió jugarle a sus padres durante esta importante cena. Nadie sospechaba los planes de Haakon cuando se le vio llegar con su imagen de siempre. Muy formal en su uniforme militar, fue como se dejó ver en el balcón del Palacio al saludar a su pueblo y también en el posado con todos los miembros de las Casas Reales asistentes. Incluso, en las imágenes de la cena se le ve sentado junto a la Reina Silvia de Suecia, como si nada estuviera pasando.

Es precisamente en esa secuencia, cuando de una imagen a otra se ve a Haakon sin barba. Al principio, muchas personas llegaron a pensar que se trataba de una edición con Photoshop, pero la broma fue más lejos. Un día después, el Príncipe apareció en otro de los eventos, del brazo de su esposa, la Princesa Mette-Marit, sin su famosa barba.

El fotógrafo, Heinko Junge confirmó que el Príncipe se quitó la barba durante la cena como parte del entretenimiento pero no dio ningún dato más allá. Podría ser que cumpliera el sueño de sus padres de verlo rasurado en una ocasión tan especial, aunque eso solo lo saben los especiales invitados a la cena de gala.

Lo cierto es que con o sin barba, el Haakon sigue siendo uno de los príncipes más atractivos de la nobleza europea. Puesto que se ganó en su juventud y que con los años solo ha ido recalcando. Siempre galante, con su 1.88 m de estatura, los cambios de looks no afectan al esposo de la Princesa Mette-Marit.