Esta semana fiscales federales en Manhattan añadieron dos nuevos cargos a la acusación en contra de Sean ‘Diddy’ Combs y anunciaron que al menos cuatro personas testificarán en el juicio, previsto para el 5 de mayo.

Las autoridades están convencidas que Combs participó en una red de tráfico sexual que operó durante varios años, involucrando a múltiples mujeres, incluso hasta el año pasado.

La acusación más reciente, presentada el viernes 4 de abril, acusa a Combs de utilizar la fuerza, el engaño o la coerción para forzar a una mujer —identificada como ‘Víctima-2’— a participar en actos sexuales entre 2021 y 2024. 

También se le imputa transportar a esta mujer y a otras personas, incluidas trabajadoras sexuales, con fines de prostitución.

Con estos nuevos cargos, el número total en su contra asciende a cinco. Ya en septiembre, cuando fue arrestado, Combs enfrentaba acusaciones de asociación delictuosa y tráfico sexual. Según los fiscales, el cargo de conspiración implica que Combs habría explotado sexualmente a tres mujeres, además de obligar a una empleada a mantener relaciones sexuales con él.

Combs, de 55 años, ha negado todas las acusaciones. Permanece detenido sin derecho a fianza en una prisión federal de Brooklyn, y no se ha fijado aún una fecha para su comparecencia por los cargos más recientes. Los fiscales han solicitado que esa audiencia se realice durante la conferencia final previa al juicio, programada para el 25 de abril.

Esta es la tercera acusación formal contra Combs. En enero, los fiscales revelaron detalles perturbadores, incluyendo un supuesto secuestro durante el cual el artista habría amenazado a una víctima con un arma y colgado a otra mujer del balcón de un apartamento. Aunque esa acusación no añadió nuevos cargos, sí amplió el periodo de la supuesta conspiración criminal, situando su inicio en 2004 en lugar de 2008. 

Una posterior acusación en marzo incluyó sólo ajustes menores.

El caso, que ha llamado la atención por el perfil de su protagonista, también destaca por la supuesta participación de Combs en fiestas privadas, conocidas como ‘Freak Offs’. Según los fiscales, estos eventos involucraban elaboradas actividades sexuales, a menudo bajo los efectos de drogas, con la participación de trabajadores sexuales. Afirman que Combs se aprovechaba de su fama y poder para atraer a las víctimas.

Una pieza clave en el expediente judicial es un video de 2016 en el que se ve a Combs agrediendo físicamente a su entonces pareja, la cantante Cassie, en un hotel de Los Ángeles. Los fiscales sostienen que esa escena ocurrió durante uno de los mencionados ‘Freak Offs’. 

Los abogados del productor argumentan que las imágenes reflejan una relación íntima compleja pero consensuada.

En su más reciente presentación ante la corte, los fiscales informaron que tres de las cuatro personas que testificarán han solicitado mantener su anonimato. Solo ‘Víctima-1’ ha aceptado testificar usando su nombre real. Muchos de los detalles en los documentos judiciales permanecen censurados.

Con información de AP