Jamie Foxx narra a Netflix su recuperación tras derrame cerebral
Bromeó sobre la visión de un túnel que pensó que lo conducía al infierno, directo a ‘Diddy’ Combs y el diablo.
El reconocido actor Jamie Foxx ha roto el silencio sobre la enigmática hospitalización que vivió en 2023, durante su especial de Netflix titulado ‘Jamie Foxx: What Had Happened Was’.
La estrella de Hollywood compartió conmovido los detalles de una experiencia que marcó su vida: una hemorragia cerebral que derivó en un derrame cerebral.
Este evento crítico lo mantuvo al borde de la vida y lo obligó a enfrentar una prolongada y desafiante recuperación que se extendió por varios meses.
Todo comenzó con un dolor de cabeza ‘normal’
El histrión, de 56 años, detalló que el 11 de abril de 2023, comenzó a sentirse mal con un fuerte dolor de cabeza, pero lo que inicialmente parecía algo sencillo pronto se convirtió en una crisis médica grave.
"Le pedí a mi hijo una aspirina, pero me desmayé antes de poder tomarla. Estuve inconsciente durante semanas", recordó Foxx, quien no tenía memoria de los 20 días siguientes a su desmayo.
Después de que su hermana, Deidra Dixon, lo llevara al Hospital Piedmont en Atlanta, los médicos le informaron que estaba sufriendo una hemorragia cerebral, y si no se le realizaba una cirugía de inmediato, podría morir.
A pesar de las dificultades, Foxx encontró consuelo en su humor, diciendo que al estar inconsciente experimentó una sensación ‘extrañamente pacífica’ y bromeó sobre la visión de un túnel que pensó que lo conducía al ‘lugar equivocado’.
Calor, el diablo y ‘Diddy’ Combs
"Hacía calor en ese túnel. Mierda, ¿me estoy yendo al lugar equivocado en este maldito lugar? Porque miré al final del túnel y pensé que vi al diablo y dije: 'Vamos'. ¿O es Puffy (Sean Combs)?", bromeó.
Tras la operación, Foxx empezó un largo proceso de rehabilitación, recordando momentos difíciles como no poder bañarse solo y la lucha por aceptar la magnitud de su condición.
"Lo perdí todo, pero lo único que pude conservar fue mi sentido del humor".
A lo largo de su recuperación, enfatizó cómo su familia y su fe fueron claves para su sanación, destacando un momento especial cuando su hija menor, Anelise Bishop, tocó su guitarra en su habitación del hospital, lo que contribuyó a que sus signos vitales mejoraran.
Finalmente, ofreció un emotivo agradecimiento a todos los que lo apoyaron durante su lucha por la vida, cantando: "Gracias por mi cuerpo. Gracias por mi alma".
Con información de Reforma