Faride Cetina/SIPSE
CANCÚN, Q. Roo.- En medio de una ambiente nocturno de glamour, lentejuelas, brillo en el escenario, y vedettes, los cancunenses disfrutaron de ver una historia de amor que protagonizaron de manera magistral los primeros actores Mario Iván Martínez y Tomás Goros, en La Cage Aux Folles (La Jaula de las Locas).

Más de 30 artistas en el escenario narraron la historia de George y Albin, una pareja homosexual que administra un centro nocturno llamado “La Jaula de las locas”, y que un día reciben la visita de su hijo Michel, quien les comparte que se casará, pero les pide que Albin no esté en la reunión, pues el papá de su novia Amanda es un hombre conservador y homófobo.

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La asistencia disfrutó de un espectáculo nunca antes visto en Cancún, no solo por la cantidad de artistas en el escenario, sino por la cantidad de escenografías y la interacción de los actores con el público de manera repentina y espontánea, los actores tendieron la mano al respetable, los hicieron sonreír y desear volver a estar en La Cage.

La puesta en escena en general y la actuación de los personajes principales sensibilizó al respetable, acerca del amor, la importancia de la familia, la lealtad entre sus integrantes, independientemente de que todo lo que está alrededor le persuada a no hacerlo.

Uno de los números más emotivos del espectáculo fue cuando le dicen a Albin “Zazá”, una vedett con un talento inigualable para cantar, bailar y entretener al público, que no podrá estar en la cena familiar, pues el suegro de Michel es un importante político de ultra derecha, por lo que pretenden aparentar por una sola noche que son una familia “normal”.

En medio del llanto, la impotencia y el dolor al recibir la noticia, Albin, estelarizado por Mario Iván Martínez salió al escenario de La Cage pues el show debía continuar y cantó a flor de piel “Sufriendo más desilusiones, porque miren la creación de mi figura, puedo decir, debo gritar, mirenme soy como soy, soy esto que soy sin mendigar, sin compasiones, es nuestra canción aunque nos griten maricones”.