Salvemos una vida: La importancia de la salud mental

El Dr. Arsenio Rosado Franco destaca la necesidad de hablar de los problemas y compartirlos para evitar que sean más complejos o deriven en otros trastornos

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Marilis Escalante con su invitado al programa, Dr. Arsenio Rosado Franco. (Jorge Acosta/Novedades Yucatán)
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MÉRIDA, Yucatán.- “Sin salud mental no podemos hablar de que mis cuestiones mentales superiores funcionen”, aseguró el director del Instituto de Salud Mental del Estado, Dr. Arsenio Rosado Franco, durante su participación en el programa Salvemos una Vida, con el tema “Importancia de la salud mental”.

Bajo la conducción de Marilis Escalante, el invitado destacó que no hay que tener miedo a lo que se piensa y se habla, hay que compartirlo y decirlo porque al expresarlo alguien que quiera el bien ayudará a atender el problema.

“Lo importante es que las personas del otro lado de la escucha sean empáticas, que no juzguen antes de escuchar ni den una opinión sino hasta que escuchen todo el contexto, porque si nos ponemos en los zapatos y entendemos que alguien está sufriendo, pues podemos de alguna manera entender que también hay dolores emocionales que afectan a la salud mental”, comentó el doctor en psiquiatría.

Comentó que los pensamientos negativos que uno se dice a sí mismo pueden generar conductas estereotipadas o distorsionadas que pueden hacer menos a las personas y que si persisten necesitan buscar ayuda.

Lamentó que haya muchos estigmas sociales respecto a los problemas mentales, por ello muchas personas que padecen alguna enfermedad se aíslan o no hablan de ellos. Sin embargo, es necesario hablar y compartirlos para evitar que sean más complejos o que deriven en otros trastornos.

Explicó que existen factores protectores y de riesgo para la salud mental, los primeros tienen que ver con la buena alimentación, el buen sueño, un ambiente tranquilo en casa, tener los satisfactores básicos de comida, esparcimiento, relaciones cordiales con familia y amigos y que no haya violencia en casa, comunicación asertiva sin agredir o criticar, por mencionar algunos. Los segundos son la violencia, el consumo de alcohol, los patrones de masculinidades tóxicas, ser agresivo o machista, entre otros.

Patrones culturales

Agregó que es importante cambiar patrones culturales de riesgo y convertirlos en protectores, como lograr que los hombres expresen sus sentimientos y reconozcan que pueden sentirse tristes o agobiados ante los cambios en la economía o el trabajo, y que es válido conversar sus preocupaciones o temores, pues eso no lo hace menos hombre sino más humano.

El Dr. Rosado Franco advirtió de que la falta de ayuda o la adicción al alcohol o drogas son factores que llevan al suicidio. Por cada mujer que se suicida, cinco hombres lo hacen, indicó.

Recordó que el 10 de octubre se conmemoró el Día Mundial de la Salud Mental, que se realiza desde la década de los 90 a propuesta de la Federación de Sociedades pro Salud Mental, para hacer visible la importancia del tema y la atención. Y desde 2013 la OMS lo adoptó como uno de sus días de prevención y atención.

Destacó que además, durante este mes de octubre se conmemora la lucha contra el cáncer de mama, otro problema de salud pública que se debe de atender a través de dos estrategias distintas.

Precisó que la Organización Mundial de la Salud (OMS) establece que la salud es el completo estado de bienestar físico, mental y social y no la mera ausencia de enfermedad, donde cualquier individuo es consciente de sus propias capacidades y puede afrontar las tensiones normales de la vida cotidiana, puede trabajar de manera productiva y fructífera y es capaz de hacer una contribución a su comunidad.

“La OMS ha definido que sin salud mental no hay salud, esto quiere decir que la salud mental no es un adéndum, no es una cosa de más, sino algo muy importante que está integrado dentro del concepto de salud en general”, explicó.

Señaló que hay tres cosas importantes: la conciencia, que es la característica de los seres humanos, es el tener conciencia de sí mismo en la sociedad y la familia es la primera parte para hablar de salud mental, es decir, que todas las funciones mentales están bien. Lo segundo es que se puedan desarrollar las capacidades que se tienen como humanos

La segunda, continuó, es trabajar de manera productiva y mantener una relación adecuada y hacer una contribución con la sociedad. La salud física y mental, aseguró, siempre van de la mano.

Dijo que es importante que se tomen en cuenta otros aspectos de la salud como parte de los chequeos médicos generales, el estado odontológico, conocer los niveles de azúcar, colesterol o triglicéridos que se tienen, el esquema de vacunación y no olvidar el proceso mental, pues el ser humano se puede enfermar del cerebro y de la mente.

Cuándo pedir ayuda

A pregunta de la conductora sobre cuándo es el momento para que una persona acuda con algún especialista en salud mental, el doctor Arsenio Rosado respondió que cuando las emociones les ganan y dominan, es decir, si están irritables, ansiosos o molestos todo el tiempo. También si se tiene trastorno de sueño, falta de hambre, energía, voluntad, apatía o desgano, también se deben tomar en cuenta.

En niños, precisó, cuando están irritables, se oponen a las órdenes de los papás, cuando lloran mucho, no rinden escolarmente o dejan de comer o crecer.

“Cuando empiezan a pasar por mi mente ideas negativas de mí mismo, del futuro, del pasado, cuando pienso en cosas que no puedo controlar, mi pensamiento en un momento dado se vuelve automático y no puedo dejar de pensar cosas negativas o de ansiedad, entonces es momento en que debo buscar ayuda con un profesional o un familiar que nos ayude a buscarlo”, comentó.

A nivel mundial, dijo, los trastornos más comunes son los de ansiedad, y la mayoría comienzan en la infancia o la adolescencia, por lo que un joven que esté ansioso, temeroso o nervioso y con pensamientos de incertidumbre, ya tiene un problema que debe ser tratado.

Pensamiento flexible

Marilis Escalante cuestionó si el saber adaptarse a un hecho inevitable como la pandemia sería parte de una buena salud mental. Por lo que el doctor, comentó que históricamente las sociedades y personas que mejor se adaptan tienen un pensamiento más flexible, entienden la situación y comprenden lo que se debe o no hacer.

“Tener esa flexibilidad o tolerancia a la frustración es algo que debemos aprender desde niños o enseñárselos adrede, de que tenemos que ser tolerantes con la frustración porque la vida no siempre nos da ventajas y bendiciones, a veces también nos da problemas”, relató.

Ahora, comentó Marilis, cuando todo está regresando con la nueva normalidad, viene una etapa de adaptación y se deben establecer de nuevo rutinas, y el invitado destacó que la pandemia dejó aprendizajes para empezar a cuidar la alimentación, hacer ejercicio y estar más interesados en lo que consumimos.

“Lo más importante es quitar el estigma, que es la marca que pone una persona o grupo de poder a otros y eso hace que la gente no busque ayuda, creo que una de las luchas más importantes que debemos hablar en la salud mental es quitar el estigma de que pedir ayuda está mal o sólo los locos o débiles van al psicólogo o al psiquiatra”, concluyó el especialista.

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