Agencias
CIUDAD DE MÉXICO.- Jessica Reinah Serrano tuvo a su hija Amelie en 2014. La empresaria poblana es madre soltera por lo que registró a la bebé con sus apellidos.

Un año después, el padre de Amelie la reconoció legalmente y, por ley, la niña debía ser registrada con el primer apellido de su madre y de su padre. El Código Civil de Puebla, sin embargo, no establece en qué orden deben ir los apellidos, pero el nombre de Amelie fue modificado en su acta de nacimiento con el apellido paterno en primer lugar.

Reinah se percató de este cambio cuando asistió a un juzgado para responder a una demanda del padre de Amelie para reclamar sus derechos de patria potestad. 

“Me entero, viendo el expediente, que existe una nueva acta de la que yo no tenía conocimiento y que ya llevaba varios meses”, explica Reinah a Verne vía telefónica.

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En 2015, ella interpuso un amparo ante un juzgado civil federal en Puebla para mantener su apellido como el primero en el nombre de su hija. 

“Solicité un estudio, porque si bien es cierto que mi hija tiene derecho a portar el apellido de su madre y de su padre, el orden de los apellidos no está establecido en la ley”, explica la también abogada. 

“Si existiera una disposición así, de cualquier manera me hubiera amparado, porque estaríamos en una cuestión de discriminación de género".

Reinah y sus abogados citaron leyes locales, federales y tratados internacionales ante el juzgado para apoyar su argumento. El pasado 6 de julio el tribunal le dio la razón.

Después de siete meses, la jueza Adriana Matzayani y el secretario Iván Pantoja concluyeron en su sentencia que por usos y costumbres, los mexicanos han utilizado el apellido paterno como su primer apellido, pero que ninguna ley puede imponer ese orden pues iría en contra de las leyes de igualdad de género y los derechos humanos.

“Cuando leí la sentencia: ‘La justicia ampara y protege a Jessica Reinah y a su hija Amelie Reinah’, se me salieron las lágrimas. Muchos me dijeron que no tenía sentido iniciar el proceso, que era una pérdida de tiempo, y yo continué. Llevé mis ideas y mis creencias a la realidad y estoy muy contenta por eso”.

La sentencia también le otorga derecho a Amelie de cambiar el orden de sus apellidos como ella desee cuando "cuente con la edad y madurez suficiente para comprender la configuración de su nombre".

En marzo de 2015, una pareja también logró el fallo a favor de un tribunal en la Ciudad de México para que sus hijas fueran registradas con el apellido materno antes del paterno, según reportó la agencia Notimex. 

El juzgado que dio la sentencia consideró necesario modificar el Código Penal de la capital para que quede claro que no debe existir una prelación del apellido del padre sobre el de la madre.

Reinah considera esta decisión legal algo más que un asunto de apellidos. "No es una cuestión económica, ni de que yo sea madre soltera", comenta. "Es un hecho que puede marcar un cambio en México con el trato del hombre y la mujer. Todo mundo habla de igualdad de género, pero pocas veces esto se ve en la práctica”.