Agencias

México.- Helena Saldaña una estudiante de 23 años fue atacada con ácido por una supuesta vendedora de gelatinas en la delegación Iztacalco en la capital del país. Historias como la de ella aumentan en México.

El pasado 12 de noviembre de 2018, Helena creyó que moriría en la entrada de su casa. Un ardor incontrolable le carcomía la cara, el pecho y los brazos, relata la joven a Huffington Post.

Una mujer desconocida llegó hasta las puertas de su casa, acompañada de otro hombre. La mujer se acercó a Helena con la premisa de ofrecerle gelatinas, y sin más le arrojó medio litro de ácido. Eso bastó para desfigurarle el rostro, perforarle el ojo derecho y dejarle cicatrices de por vida desde el cuello hasta las piernas.

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Los ataques con ácido son un crimen de género, un delito que afecta principalmente a las mujeres.

Pese al aumento de este tipo de violencia contras las mujeres, estos han permanecido ocultos a las autoridades y medios de comunicación.

El principal objetivo de un ataque con ácido es provocar un enorme dolor y el desfiguramiento de la víctima, casi siempre la cara es el blanco del agresor.

En México, no hay cifras oficiales sobre este delito. Sin embargo, de acuerdo con una búsqueda del sitio web, es un crimen en expansión y que ha pasado desapercibido frente a otras expresiones de violencia extrema que sufren las mujeres en el país. Por ejemplo, un mes antes del ataque a Helana, dos mujeres, madre e hija de 43 y 24 años, fueron el blanco de un hombre que les arrojó ácido en la cara en Cuautlancinango, Puebla. 

Apenas en agosto, en redes sociales circulo un video que muestra a un hombre rociando ácido a una mujer en Cancún. 

En febrero Kenny Finol, una escort de 26 años, fue hallado en Ecatepec, Estado de México, con el rostro carcomido por el ácido que le aventó su asesino.