Home schooling, el arma contra el bullying y los malos maestros
Aunque el modelo de educación en casa no existe para la SEP, está teniendo éxito entre los padres de familia; aquí algunas experiencias.
Gustavo Ambrosio/Milenio
MÉXICO, D.F.- El acoso escolar y la mala preparación de los profesores de educación básica son las principales razones por las que algunos padres de familia en México han decidido ser ellos quienes impartan clases a sus hijos.
Esta práctica es conocida como home schooling y de acuerdo con el National Home Education Research Institute (Instituto Nacional de Investigación sobre Educación en Casa) en la década de los 70 creció exponencialmente en Estados Unidos, al grado que hoy hay cerca de 2 millones de niños en dicho país que estudian con este modelo.
También hay países como Australia, Irlanda, Canadá y Nueva Zelanda que lo practican, incluso hasta llevan registros oficiales de las familias que la llevan a cabo.
El home schooling se caracteriza por un aprendizaje basado en los intereses del niño y se complementa con juguetes interactivos, láminas y canciones, para facilitar los conocimientos.
En México, este modelo ha comenzado a tener resonancia en las redes sociales e incluso hay varios sitios en internet que promueven la educación en casa.
Por ejemplo, páginas como Aprende con Alas o Home Schooling México reúnen a padres en foros, venden material didáctico, dan consejos de enseñanza, cursos de capacitación, que en algunos casos tienen un costo; así como guías para los papás novatos.
Bullying de moda
En la comodidad de su casa, Jazmín Tolosa enseñó a su hijo de 3 años a leer, a contar hasta 30, los colores y a memorizar los nombres de casi todos los países.
Jazmín decidió tomar el papel de maestra porque quiere evitar que su hijo sea víctima de bullying, problema que, según la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos), afecta a más de 18 millones de niños en México.
“El bullying se ha puesto de moda; es muy triste ver cómo los niños sufren. Niños que se vuelven introvertidos y que no disfrutan de aprender porque tienen miedo”, cuenta.
Además, considera que el sistema educativo del país es deficiente, y es que, datos de la SEP indican que seis de cada 10 profesores que presentaron el examen para obtener una plaza docente no son aptos para dar clases en escuelas de nivel básico.
“En las primarias hay grupos de hasta 40 niños; obviamente es difícil que una maestra le dedique el tiempo que necesitan los niños. Cada uno aprende de manera distinta, a lo mejor los otros lo van a ver como el que no aprende, y no es eso, ese niño tiene otra sistema para aprender”.
Ventaja del ahorro
Jazmín estudió diseño gráfico, pero decidió dejar de lado su carrera para dedicarse de lleno a su labor como “mamá-guía”, incluso creó el blog Nuestras Aventuras en Casa, donde recomienda lecturas, da consejos de acuerdo a su experiencia, sube fotos y videos de las dinámicas que aplica con su hijo, así como material elaborado por ella y que puede ser descargado de forma gratuita.
Esta mamá-guía considera que el home schooling tiene la ventaja del ahorro, pues no paga colegiaturas, uniformes, transporte ni mochilas.
Al igual que el hijo de Jazmín, Althea estudia en casa y a su corta edad, cinco años, ya sabe leer.
Desde los tres años, Althea tomaba cualquier libro y lo hojeaba como si leyera. Este interés impulsó a su mamá, Claudia Hernández, a buscar en internet métodos para enseñar a su hija a leer, así descubrió el home schooling.
Ahora Althea le lee cuentos a su hermanita Julie, de cuatro años.
“Leo cuentos como el de ‘La historia de Ruth’; me gusta porque Ruth es muy trabajadora y recoge espigas”, dice.
La madre de las pequeñas asegura que seguirá aplicando este sistema porque le han sorprendido los resultados, los cuales, dice, no hubiera visto en una escuela.
“En casa yo puedo ponerles la atención que requieren mis hijos, sobre lo que les interesa, y eso es importante. Por ejemplo con la grande, desde chiquita vi su deseo de aprender a leer, y yo la ayudé a cumplir eso. En las escuelas públicas, los maestros no dan una atención personal de los intereses de los niños”.
Maestros sin vocación
Por las mismas razones que Jazmín y Claudia, Jaime Coello decidió, junto con su pareja, prescindir de las escuelas para educar a sus dos pequeñas, de cuatro años y año y medio, respectivamente.
“Nos parece que realmente no hay una vocación generalizada de los docentes de nuestro país y está el asunto de la violencia. Por otra parte los estudios más actualizados sobre pedagogía nos han mostrado que entre más responsable sea la persona de su propio aprendizaje, los conocimientos van a tener mayor profundidad”, dice Jaime, quien es profesor de Comunicación y Periodismo de la FES Aragón-UNAM.
Jaime, quien junto con su esposa utiliza un método de juegos para el aprendizaje de sus dos hijas, comenta que la poca socialización, principal señalamiento de los críticos del home schooling, no es un problema, pues dice que enviarlos a la escuela tampoco es una forma de enseñarles a ser sociables.
“Una vez que hablaba con mi mujer sobre la sociabilización de las niñas, mi mujer me contestó, sí claro vamos a sociabilizar, a juntar a los niños, que tampoco saben sociabilizar, con un adulto más preocupado por su quincena que por el desarrollo de los niños. No es un buen ambiente para que ellos aprendan a sociabilizar. Es más fácil si aprenden a sociabilizar con gente de muchas edades, con su familia, amigos”.
No es perfecto
Sin embargo, el home schooling como opción educativa tampoco es infalible.
Ingrid Dallal, fundadora de la asociación Ingennios Illuminare, señala que tiene sus desventajas, entre ellas la transformación de las relaciones filiales.
“La relación con la madre, que generalmente es la que se queda a enseñar, se puede transformar, porque no sólo es madre, enfermera, sino también es la maestra, entonces puede haber un poco de complejidad en la relación madre-hijo”.
La también especialista en educación para niños dotados considera que la falta de sociabilización es un problema de este modelo de aprendizaje.
“Sí es un problema, los niños no tienen mucho contacto con otras personas y eso puede afectar. Siempre recomendamos llevar a los niños a otras actividades extras donde puedan convivir con alguien de su edad, como en karate, natación, cosas así”.
¿Cómo se validan los estudios en home schooling?
Los niños educados por home schooling pueden obtener su certificado de primaria oficial y seguir estudiando la secundaria o el nivel medio superior sin ningún problema.
Francisco Ortiz, funcionario del INEA (Instituto Nacional para la Educación de los Adultos), señala que los padres-guías pueden llevar a sus hijos al instituto y solicitar las evaluaciones del programa MEVyT 10-14, que sirve para otorgar el certificado de primaria a niños en ese rango de edad y que no acudieron a la escuela.
“Por ejemplo, si tengo un hijo y lo llevo al INEA para ver si cumple los conocimientos, el asesor te pregunta si conoces los módulos, si dices que sí, que enseñaste a tu hijo, matemáticas, español, historia, literatura, cosas así, aplicas los exámenes que son escritos y computalizados, si los apruebas te dan tu certificado”, dice.
Ortiz agrega que en México los padres no necesitan autorización de la Secretaría de Educación Pública (SEP) o certificación como educadores para poder enseñar a sus hijos en casa, y que cualquier niño puede ingresar al programa MEVyt 10-14.
No son reconocidos
Datos del INEA revelan que tan solo en julio de este año hubo 36 mil 039 niños inscritos a dicho programa, aunque no tienen una tabla específica sobre cuántos de ellos son parte de este método de aprendizaje.
Actualmente la SEP no cuenta con cifras de cuántos niños son educados en casa en México.
Además, el home schooling aun no está reconocido por la Ley General de Educación, aunque hay artículos, como el 41 y el 64 de dicha ley, que tocan el tema de manera ambigua, pues hablan de la educación autodidacta y “otros procesos educativos”.