Los 'verdugos' de confianza de Mamá Rosa

Cito, Quiro y Memo, además de dos mujeres, sembraban el miedo entre los menores internos de La Gran Familia.

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El operativo federal en La Gran Familia sacó a la luz las condiciones infrahumanas en las que vivían cientos de menores. (Archivo/AP)
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Agencias
MORELIA, Michoacán.- Juana Otilia, una de las 500 personas que se encontraban en el albergue de Mamá Rosa, salió ayer. Después de siete años se reencontró con su mamá, Yolanda Cervantes, quien la dejó ahí por indisciplinada. El mes pasado cumplió 18 años.

Al salir lo único que alentaba a Juanita era la oportunidad de “salir adelante”, de tener “una nueva vida”, pese a las violaciones de que fue objeto en el albergue.

En entrevista con MIilenio, dijo que salía “manchada” de la casa hogar La Gran Familia

Quien la violó, de acuerdo con Juanita, fue Cito, uno de los hombres de confianza de Mamá Rosa, quien hacia trabajos de plomería y herrería. De hecho, las rejas de los cuartos son obra de él.

Nada se hizo al respecto. Si Juanita se quejaba de la violación, nadie le creería y la acusarían de haber “provocado” a Cito, dijo.

Miedo y abuso

Durante años Rosa Verduzco encargó a muchas personas el cuidado y control de los pequeños que tenía bajo su cuidado.

Hombres y mujeres supervisaron y controlaron las visitas al albergue. De ellos dependía el tiempo y la calidad de las visitas.

Los nombres de esos encargados son Cito, Quiro, Memo, Claudia y Elota, entre otros. Todos eran comunes para los niños y significaban miedo, respeto, inseguridad o abuso.

Otros nombres de empleados son Royo, Mayco, Ethel (encargada  de visitas y del área de mujeres), David Eleuterio, Aurora (hermana de Ethel), Lourdes Verduzco, Amorita (Ruth) y Bachela (encargada del comedor).

Deplorables condiciones

Muchos menores o adolescentes recibían visita de familiares cuatro meses después de su ingreso. Esa era la primera condición de su estancia en este lugar.

Sí los papas querían recuperar a un pequeño, tenían que pagar el equivalente al tiempo y costo de manutención, es decir, 100 pesos por día, pero en algunos casos la gente de Mamá Rosa exigía hasta 150 mil pesos.

La vida de esos menores cambió hace una semana. El operativo del martes pasado de la Policía Federal expuso las condiciones de vida deplorables que llevaban en el albergue.

Las autoridades encontraron camas viejas, muebles rotos y comida en descomposición.

De acuerdo con autoridades locales, los DIF municipal y estatal realizaban visitas periódicas y certificaban las condiciones de vida de los pequeños.

Este lunes, casi una semana después del operativo, los padres que comprobaron su parentesco se reunieron con sus hijos.

Traslado al Edomex

Al menos 52 menores de la casa hogar La Gran Familia llegaron ayer a las instalaciones del DIF del Estado de México. Se trata de 25 niñas y 27 niños de entre nueve y 18 años.

Laura Vargas Carrillo, directora del DIF nacional, y el gobernador de Michoacán, Salvador Jara, entregaron a los menores en custodia para su traslado al Estado de México y agradecieron el "gesto de solidaridad".

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