Dalila Sarabia
Agencia Reforma
Ciudad de México.-Tensa calma se respira en las inmediaciones de la Glorieta de Insurgentes luego de la protesta encabezada por mujeres en contra de la violencia hacia ellas ayer por la tarde.

En la entrada del Metro queda apenas la huella de las pintas que las manifestantes hicieron.

Manchas rosas y moradas dan testimonio de la movilización que concluyó con destrozos al Metrobús, la estación de policía ubicada en la calle de Florencia, así como el Ángel de la Independencia.

Durante un recorrido por la zona se observó que trabajadores de las distintas áreas de Gobierno trabajan para despintar las consignas y levantar basura.

Para reactivar el Metrobús, informó el organismo, se necesitó el trabajo de unas 150 personas que trabajaron toda la madrugada para que en punto de las 05:35 horas operara de nueva cuenta.

En torno a la Glorieta de Insurgentes, no se lee ninguna pinta hecha ayer y las letras volumétricas de CDMX que adornan el espacio volvieron a ser retocadas de color verde.

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En la estación de policía de la calle de Florencia se acordonó la zona.

Tres patrullas custodian el espacio, mientras curiosos frenan la marcha para tomar fotos.

En tanto, en el Ángel de la Independencia decenas de personas lo rodean para atestiguar los daños y pintas hechas.

En tanto, personal de la Secretaría de Obras interviene los jardines colindantes a la columna del monumento.

"Por disposición de la Jefa de Gobierno, junto al Gobierno Federal, aceleraremos recuperación de monumentos de Reforma.