Yo no quería a mi bebé, pero la explosión me hizo valorarlo

Un día antes del incidente, Vanesa había dado a luz a su primer hijo, al cual protegió en cuanto escuchó el estallido.

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Vanesa juega con Christopher Damián. Ambos son sobrevivientes de la explosión en el Hospital Materno-Infantil de Cuajimalpa. (Foto: Fanny Miranda/Milenio)
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Fanny Miranda/Milenio
MÉXICO, D.F.- Un mes antes de cumplir 18 años, Vanesa se embarazó sin desearlo. Ya tenía viviendo un año con su novio, por quien dejó de ir a la secundaria, pero todavía no estaba segura de convertirse en mamá.

“No tenía planeado embarazarme y quería seguir estudiando, todavía estoy muy chiquita; pero él sí quería ser papá, decía que tuviéramos un bebé. Yo le decía que sí, pero a la vez no quería”, narra Vanesa Janet Riviera Carreño.

La joven pareja que habita en un reducido cuarto en la colonia El Olivo, asentada en una barranca, en Huixquilucan, Estado de México, decidió continuar con el embarazo.

En ese entonces, su novio, Cristian Ton Lugo, trabajaba como cocinero en un restaurante, pero no pudo afiliar a Vanesa al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), debido a que no están casados, por lo que se adhirieron el Seguro Popular y desde el primer mes de gestación Vanesa recibió atención médica en el Hospital Materno Infantil Cuajimalpa.

Los nueve meses de gestación pasaron y a las 11:20 horas del 28 de enero, Vanesa dio a luz a un varón, justo un día antes de la explosión en dicho hospital

“Todavía estábamos durmiendo cuando entraron dos enfermeras, diciendo que olía a gas y yo ni en cuenta, pues estaba concentrada en mi bebé. Vi a dos (elementos) de Protección Civil revisando de dónde venía la fuga de gas. Aunque revisaron no olía a nada, por eso nadie le tomó importancia.”

Tanto Vanesa como su pareja lamentan la falta de apoyo por parte del gobierno a casi un mes del estallido en el Hospital Materno-Infantil

Pero en cuestión de segundos, la calma maternal se convirtió en tragedia. “Escucho el pum, y lo único que hice fue voltearme y tapar a mi bebé para que no le pasara nada. Todo cayó y solo me preocupaba el bebé”.

Vanesa relata a Milenio que quiso salir de inmediato, pero entonces escuchó los lamentos de otras dos madres con sus bebés, a quienes trató de auxiliar. Minutos más tarde fue rescatada junto con su hijo y fue de las primeras heridas en ser trasladada al Centro Médico ABC.

Ella resultó con una fractura en el hombro y esguince en el cuello, además de que recibió golpes leves en la cabeza. Su bebé, Christopher Damián, salió ileso y fueron dados de alta el mismo día del accidente.

“Siento que eso me dio una segunda oportunidad para valorar a mi bebé, porque yo no lo... así como que no quería. Pero en la explosión yo no quería que le pasara nada, ni un rasguñito no llevaba ni un día de nacido y que pasara eso. Me dio mucho miedo perderlo, de que se fuera, no sé, de que no estuviera conmigo, de no poderlo disfrutar, de eso tenía miedo”, dijo entre sollozos.

Esta semana, Vanesa y Cristian registraron a su hijo. Al cumplirse casi un mes del accidente, lamentan que la ayuda prometida por los gobiernos no se haya hecho realidad. 

Tan solo el Hospital ABC les entregaron latas de leche, cobijas, algo de ropa y una dotación de pañales desechables para recién nacido que ya no le quedan a Christopher Damián.

Pero además, denunciaron que personal de la procuraduría capitalina, con quien tuvieron contacto desde el accidente, les informó que la demanda penal contra la empresa Gas Express Nieto no prosperará, por lo que exigen a las autoridades castigar a los responsables del accidente, que aunque a ellos no les dejó lesiones severas, sí marcó su vida.

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