Agencias
MÉXICO, D. F.- A poco más dos años de lanzar el programa de segundos créditos, el Instituto del Fondo Nacional para la Vivienda de los Trabajadores (Infonavit), flexibilizó los requisitos para contratar una segunda hipoteca a través del organismo, según publicó el sitio web de Dinero en imagen.

Anteriormente, uno de los requisitos para acceder a un segundo financiamiento por parte del organismo  era cotizar de forma continua al menos cinco años; este lapso se redujo a dos años para hacer más fácil que un trabajador aumente su patrimonio y a su vez impulsar la actividad hipotecaria en el Infonavit.

Asimismo, bajo los requerimientos anteriores, un trabajador tendría que haber liquidado al menos un año antes su préstamo hipotecario. Ahora sólo deberán transcurrir seis meses antes de solicitar un segundo  financiamiento.

Población objetivo

De acuerdo con el organismo que dirige Alejandro Murat Hinojosa, del total de la población afiliada, con las modificaciones para acceder al segundo crédito, existe una demanda potencial en el organismo que asciende a 486 mil 180 derechohabientes.

“La proporción dentro del universo de 16 millones de trabajadores que hay afiliados al organismo puede ser baja, pero atiende de forma integral las necesidades de los trabajadores, sobre todo de aquellos que tienen un ingreso superior a los cuatro salarios mínimos”, precisó Antonio Revah, exdirector del  Instituto de Vivienda del Distrito Federal.

Agregó que antes de 2012 los trabajadores que habían solicitado un financiamiento hipotecario en el Infonavit y que terminaron de pagarlo, al continuar trabajando bajo esquemas formales seguían cotizando en el instituto.

Los recursos que se acumulaban en su subcuenta de vivienda después de haber liquidado su primer crédito no los podía usar en otro financiamiento; “era dinero parado”.

“Con el segundo crédito no sólo se amplía la oferta financiera del organismo, sino que se permite hacer uso a los trabajadores del dinero que se les descuenta para vivienda.”

Explicó que el dinero que se acumulaba, después de la primera hipoteca, se le entrega al trabajador al final de su vida laboral para complementar los recursos de su pensión. “Pero en realidad no es una suma muy grande y se le saca más provecho si  se usa como enganche o como base para contratar una segunda hipoteca, siempre y cuando el derechohabiente no exceda los 65 años de edad, para dar tiempo a liquidar el crédito antes de jubilarse”, recalcó.