Desde la diócesis de Tapachula, Chiapas, se ha lanzado un fuerte reproche al Gobierno y a las Fuerzas Armadas por su indiferencia, complicidad y complacencia con los cárteles del narcotráfico que han sumido a la entidad en una ola de violencia.

 La disputa territorial entre el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) y el Cártel de Sinaloa (CDS) ha llevado a al menos 600 pobladores de 235 familias a huir hacia Guatemala para escapar de la violencia diaria.

#AzucenaALas10 | En San Cristóbal de las Casas, Chiapas, ciudadanos protestaron por la ola de violencia que se ha agudizado particularmente en Comalapa y Pantelhó; el obispo Luis Manuel López acusó que hay un vacío de autoridad en el estado pic.twitter.com/DOGZuBIveU

— Azucena Uresti (@azucenau) July 6, 2023

En una carta, Jaime Calderón Calderón, Obispo emérito de Tapachula y Arzobispo electo de León, junto con 16 miembros del Consejo Presbiteral, expresaron su profunda preocupación por los niveles de violencia en el estado gobernado por Rutilio Escandón, de Morena.

Describieron cómo las comunidades viven entre "sufrimiento, temor, sangre y muerte", y exhortaron a las autoridades de todos los niveles de Gobierno a actuar de inmediato.

"La presencia permanente de los cárteles de la droga disputándose el territorio de la Sierra, moviéndose libremente ante la indiferencia de la Guardia Nacional y el Ejército, ha transformado la vida de nuestros hermanos", señalaron.

Autoridades interviene para proteger a la población

Llamaron a las autoridades a intervenir para restablecer el Estado de Derecho y proteger a la población que confió en ellos con su voto.

Dirigiéndose específicamente al presidente Andrés Manuel López Obrador y a las autoridades locales, urgieron a cumplir con su deber de proteger a la sociedad.

"Les pedimos, les rogamos, les suplicamos, cumplan su deber y protejan a nuestro pueblo", insistieron. Subrayaron la necesidad de una acción inmediata y efectiva, superando la indiferencia y el temor.

Describieron la vida de los pobladores como un secuestro en sus propias comunidades, obligados a pagar derecho de piso y a servir como escudos humanos en los enfrentamientos entre grupos criminales.

"La situación es desesperante, viviendo bajo la amenaza constante del crimen organizado y con la inacción de la Guardia Nacional y el Ejército", lamentaron.

Finalmente, hicieron un llamado a la sociedad para no ceder al crimen organizado, evitando ser sus operadores y traicionar a sus propios hermanos.

(Con información de Reforma)