La guerra de cárteles se infiltró en los penales

En los primeros tres años de gobierno de Peña Nieto, el número de incidencias en los centros penitenciarios creció un 110 por ciento.

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Del 2013 a julio de 2015 la tasa de incidencias en las cárceles del país por cada mil reclusos alcanzaron 19.8 por ciento. (Archivo/Notimex)
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Milenio
MÉXICO, D.F.- En los primeros tres años de gobierno del presidente Enrique Peña Nieto, el número de incidencias vinculadas directamente con hechos violentos en las cárceles del país se ha duplicado, de acuerdo con datos del Órgano Administrativo Desconcentrado de Prevención y Readaptación Social (OADPRS).

Los hechos violentos al interior de los Ceresos y Ceferesos mexicanos crecieron 110 por ciento en promedio, cuando se comparan los tres últimos años de mandato del ex presidente Felipe Calderón Hinojosa (2010, 2011 y 2012) con los tres primeros años de la actual administración (2013, 2014 y 2015 con datos a julio). 

De acuerdo con los resultados de la revisión, las agresiones a terceros crecieron 330 por ciento, las autoagresiones 275 por ciento, las riñas 146.7 por ciento y las violaciones 125 por ciento.   

En tanto, las huelgas de hambre 94.2 por ciento, los intentos de suicidio 74.4 por ciento, los decesos 17.9 por ciento, los motines 16.7 por ciento y los suicidios 0.6 por ciento.  

En contraste, en el mismo período se redujo 86 por ciento los intentos de homicidio, 81 por ciento los intentos de violación; 34.4 por ciento los homicidios, 29.1 por ciento las fugas y 25 por ciento los intentos de fuga.  

En el texto “Las cárceles y el crimen”, Eduardo Guerrero Gutiérrez, consultor en políticas públicas en seguridad, explica que con la política del combate frontal al crimen organizado impulsada por el ex presidente Felipe Calderón, los conflictos entre organizaciones criminales se extendieron al interior de las cárceles. 

Desde septiembre de este año, Guerrero Durán se desempeña como el titular del OADPRS, que se encarga de la vigilancia y coordinación de todo el sistema penal. Llegó al cargo en sustitución de Juan Ignacio Hernández Mora, quien está siendo investigado tras la fuga de El Chapo del Cefereso Número 1 en Almoloya de Juárez,Estado de México. 

De acuerdo con el analista, algunos penales se convirtieron en un activo para las organizaciones criminales porque en ellos vive una población cautiva a la que se puede extorsionar de manera constante y un mercado cautivo para la distribución de drogas.

Además de que algunos centros de readaptación funcionan como centros de operaciones desde los que orquestan delitos que van desde las extorsiones telefónicas a los secuestros y homicidios.

Según el OADPRS, del 2010 al 2012 la tasa de incidencias en las cárceles del país por cada mil reclusos llegaba a las 8.8 en promedio. Ahora, del 2013 a julio de 2015 se duplicaron y alcanzan las 19.8 por ciento. 

Los eventos más recurrentes en los seis años analizados son las riñas, al representar el 49.7 por ciento de las incidencias, seguidos de los decesos con 18.5 por ciento y las agresiones con el 17.3 por ciento. 

Las violaciones, según estos datos sujetos a una alta tasa de cifra negra, representan solo el 0.1 por ciento, los homicidios el 1.5 por ciento y los suicidios el 3.5 por ciento. 

Aunque la fuga de Joaquín El Chapo Guzmán cimbró a todo el sistema penal del país, según los datos oficiales éstas solo representan el uno por ciento de todas las incidencias en el país. 

Sin embargo, por cada 10 intentos de fuga durante el periodo analizado, cinco han tenido éxito. 

Entre los penales administrados por el gobierno federal, o mejor conocidos como Ceferesos, el que registra la mayor tasa de incidencias reclusos es el Número 3 Noreste, en Matamoros, Tamaulipas. Ahí, del 2010 al 2015 sucedieron en promedio 86.2 incidencias por cada mil reclusos. Esto cuando el promedio nacional fue de 13.9. 

En los Ceresos administrados por los poderes ejecutivos locales Tamaulipas repite y es el estado con la tasa más alta: 9.8 durante el periodo considerado.  

El estado es famoso por las fugas masivas de 2010 en donde 226 reos escaparon en un lapso de cuatro meses. 

Al asumir el cargo al frente del OADPRS, Eduardo Guerrero Durán expresó que se enfocará en lograr un sistema penitenciario que traiga la seguridad y la paz que todos los mexicanos necesitan.  

En su discurso no hizo referencia a la creciente violencia dentro del sistema penal.

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