Agencias
MÉXICO, D.F.- Las Fuerzas Armadas mexicanas enfrentan un nuevo enemigo, la obesidad, que se ha duplicado en los últimos años y afecta a 4 de cada 100 miembros del Ejército.

Según estadísticas oficiales, el 4.26% de los 212.208 miembros del ministerio de la Defensa son obesos, contra el 2.12% de 2007, informa ansalatina.com

Ante este problema, que en cifras gruesas afecta a más de 9.000 hombres, el Ejército decidió someter a un programa especial de control de peso que abarca, por ahora, a los casos más extremos, o sea 1,333 uniformados.

El plan antiobesidad incluye control alimentario, educación física y conferencias sobre salud.

En marzo de este año se dio a conocer una modificación en el reglamento de reclutamiento de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) en el que se anunciaba la intención de contar con hombres más jovenes y mujeres más altas.  

La obesidad, se lee el informe clasificado pero obtenido por el matutino Reforma mediante una solicitud de información, provoca consecuencias que van desde el cambio de arma o servicio hasta la baja forzosa.

Un fallo emitido por un tribunal en diciembre pasado estableció que el ministerio de Defensa no puede obligar a retirarse a los militares con obesidad moderada, porque ello viola el derecho a la permanencia en el empleo y la no discriminación por motivos de salud.

En 2010, sin embargo, la Corte de Justicia había determinado que es constitucional el retiro anticipado para los casos severos, pero recomendó al ministerio del ramo "analizar caso por caso".