Redacción/SIPSE
CIUDAD DE MÉXICO.- La Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (ANPEC) dio a conocer los detalles de su monitoreo especial de precios para esta cuaresma, en el que se consideraron 11 productos del mar: camarón pacotilla, surimi, calamar, pescado, mojarra, pulpo, salmón, sierra, curvina, huachinango y medallón de atún; y 4 productos perecederos de la canasta básica: aguacate, limón, papa y jitomate.

El monitoreo fue levantado durante la quincena previa a la Semana Santa y los precios fueron comparados con respecto al mes anterior. Los puntos de monitoreo fueron la Central de Abastos de la Ciudad de México, la mayor proveeduría de productos del mar en el mercado del Centro, Occidente y Sur de la República, así como los canales de abasto moderno (cadenas de supermercados) del área metropolitana de la Ciudad de México, resultando estos desorbitantes incrementos de precios que en promedio son del 37%.

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“Ante el alza de precios de los pescados y mariscos durante la cuaresma, las familias mexicanas recurrían al consumo del huevo, pero su precio sigue por las nubes, por ello la opción obligada ahora es refugiarse en el consumo de las leguminosas como habas y lentejas. El alza a los productos ya no sólo está afectando la economía de los mexicanos sino también sus tradiciones culinarias”, señaló Cuauhtémoc Rivera, Presidente de ANPEC, quien agregó que “no sólo la comida que viene del mar aumentó considerablemente sus precios, sino que también volvieron a subir el aguacate (de calidad económica), que de estar en 39 pesos subió a 45, el jitomate que pasó de 16 a 38 pesos el kilo, así como el limón que estaba en 28 pesos y alcanzó un precio de 40 pesos por kilo”.

La elevación de precios de estos productos representa un agravio significativo a los bolsillos de los mexicanos, al verse afectados por esta injustificada variación en los precios de estos alimentos. Literalmente, están haciendo su “agosto” a costa de la alimentación del pueblo.

“Por falta de tiempo, no por gusto, los consumidores se ven obligados a consumir en los canales modernos de abasto (supermercados) en donde estos productos están todavía más encarecidos, ejemplo es el medallón de atún, que en la Central se consigue a $210 y en el centro comercial a $362, es decir, más del 100% de diferencia. Además siguen con la mala práctica comercial de poner a un ‘aparente bajo costo’ algunos productos que tienen sobre inventariados, que no son frescos, ni de la mejor calidad y que sirven para jalar la compra del resto de los productos que están totalmente sobrevaluados. Llamamos a la población a revisar fechas de caducidad y a no hacer compras de productos de mala apariencia y dudosa calidad, ya que de hacerlo, pondrían en grave riesgo su salud”, finalizó Rivera.

La Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes refrenda su compromiso con los consumidores mexicanos de seguir monitoreando los precios de los productos de alta demanda, con la finalidad de contribuir en la obtención de precios justos y productos de probada calidad a los que tienen derecho las familias mexicanas.