Cancún.- La pandemia por COVID-19 dejará cambios importantes en la vida cotidiana y las ceremonias religiosas no quedan exentas de estas modificaciones, ante esto, la iglesia católica ha dictado que al volver a abrir las iglesias habrá que seguir ciertas reglas entre las que destacan que ya no habrá el saludo de “la paz”, se debe llegar 15 minutos antes de la misa y se tomará la temperatura a cada feligrés.

Ante el inicio de “la nueva normalidad”, la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) emitió el documento Lineamientos generales para la reapertura al culto religioso en tiempo de pandemia.

El comunicado, difundido este sábado en la página oficial del CEM, explica que la reanudación de las actividades de la iglesia católica será siempre con apego a lo que dicten las autoridades sanitarias del país y se proponen etapas y mecanismos para garantizar la sana distancia y la higiene.

También te puede interesar: Católicos dicen que la Covid-19 es un "pretexto" para privar a los fieles de la misa

“Los obispos que conformamos la Conferencia del Episcopado Mexicano, preocupados por la salud espiritual y física de todos los fieles, presentamos los siguientes lineamientos generales para la reapertura gradual de los espacios físicos de la vida eclesial, sobre todo el aspecto sacramental”, indica el documento.

En primera instancia se informa que será el obispo a cargo de la congregación, tomando en cuenta las disposiciones de las autoridades sanitarias, quien determinará el momento en que los fieles podrán asistir a las iglesias para las celebraciones eucarísticas dominicales y feriales.

Se debe llegar 15 minutos antes y no tener fiebre

Entre las medidas planteadas, destaca que se pedirá a las personas que lleguen a la misa 15 minutos antes, debido a que el ingreso al recinto será controlado; la celebración durará máximo 60 minutos y se tomará la temperatura a cada feligrés antes de entrar.

“Si la temperatura es mayor a los 37.5º c, por recomendación de la Secretaría de Salud, no se puede permitir el acceso a la Misa”, advierte el comunicado.

También destaca que el ritual de “la paz” no se reanudará y que el sacerdote deberá usar cubrebocas para dar la comunión y, de preferencia, también guantes.

Buscan crear consciencia de cuidado personal

Entre los objetivos propuestos se encuentra que cada fiel comprenda la importancia de cuidarse a sí mismo y al resto de la comunidad.

“Se recomienda ampliamente no asistir a Misa, si se encuentra enfermo, resfriado o tiene algunos de los síntomas del Covid-19, incluido el sacerdote”, señala.

Por tal razón también se ha propuesto profesionalizar las transmisiones de las ceremonias a través de la televisión, radio y redes sociales.