Ariadna Rotceh Barragán Lobo                     

MÉXICO.- Hoy viernes dos de abril, con el motivo de celebrar el inicio de la Semana Santa, el Balneario Elba, en la Alcaldía Iztapalapa, dejó a un lado el confinamiento. En comparación de años anteriores, había apenas un 30 por ciento de asistencia según encargados.

La disminución de paseantes fue notoria pues hasta podían mantener la mayor distancia posible en las áreas comunes e incluso en el agua.

Desde temprano, María Guadalupe y seis familiares procedentes de Chimalhuacán, Estado de México, llegaron al sitio, operado por ejidatarios de la zona, que esperan con la reactivación económica superar la crisis financiera que produjo la contingencia sanitaria y el cierre de actividades.

Fueron sanitizados de pies a cabeza, se les tomó la temperatura, recibieron gel antibacterial y se les pidió mantener su cubrebocas cubriendo nariz y boca, siempre que no estuvieran en la alberca.

Con cubrebocas en mano María Guadalupe se decía sentir feliz por celebrar el cumpleaños de su nieto y descansar del confinamiento, con alimentos preparados en casa que permanecían cubiertos para evitar contaminación.

 "Como tal no habíamos salido, habíamos estado confinados, pero ahorita ya decidimos salir y eso por el confinamiento que ya no lo aguantamos".

A unos metros, decenas de familias comían, bebían, jugaban y bailaban. La mayoría no portaba cubrebocas, pero respetaba la distancia entre mesas.

"Queremos que todo salga bien para que a todos nos ayude estar abiertos y no haya enfermedad, en el agua no se contagian y afuera vemos que sigan las medidas", decía uno de los administradores y vigilantes.

 Al centro del parque acuático el DJ enviaba saludos, ambientaba con música y reproducía de forma constante un audio del subsecretario Hugo López Gatell en el que explicaba en una de sus conferencias las medidas necesarias para visitar balnearios y el menor peligro de contaminación por coronavirus en el agua.

"Venimos a darnos un respiro porque pues estar encerrado ya casi dos años está como que cañón, ¿no?, principalmente venimos por mi hijo y mi otro niño chiquito para que se vinieran a distraer un rato, ya después de tanto tiempo que estuvieron encerrados", decía José Juan, junto a su hijo José Juan junior.

Habitantes de Iztapalapa, se dicen conscientes de que en la Alcaldía nunca se han respetado en su totalidad, pero considera que la mayoría lo intenta.

"Nos cae de perlas, nos venimos y nos distraemos todos, yo pienso que la estamos pasando genial ahorita y pues de aquí a ver hasta cuando otra vez se vuelve a repetir".

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