Ciudad de México.- Irma Reyes, la tía de Mario “N” y quien alojó a su sobrino, así como a su pareja Giovana y sus hijos durante varios días, aseguró que no está interesada en la recompensa que ofrece la Fiscalía General de Justicia de la CDMX.

Cuando los recibió en su hogar, Irma confiesa que desconocía que eran los supuestos secuestradores y asesinos de la niña Fátima; de hecho, agrega, ni siquiera conocía a Giovana y a Mario lo había dejado de ver desde que era un niño de cuatro años.

Días después, tras enterarse del caso Fátima en la televisión e identificar a sus huéspedes como los autores materiales del crimen de la niña, se percató de que sus sobrinos eran buscados por las autoridades policíacas de la Ciudad de México. Entonces se propuso encararlos y hacerles confesar la verdad, con detalles del secuestro y, especialmente, del asesinato de la menor.

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Posteriormente decidió delatarlos y ponerlos en manos de las autoridades para que fueran juzgados por el delito que cometieron.

Ahora Irma dice sentirse tranquila por haber delatado a su sobrino, pero atemorizada por la posibilidad de ser agredida por su confesión.

No me interesa lucrar con este hecho, asegura. Lo que pido es justicia para Fátima.

 (Con información de Reforma).