Agencias
ECATEPEC, Estado de México.- A una semana de la explosión de una pipa de gas en San Pedro Xalostoc, municipio de Ecatepec, Estado de México, comenzó el éxodo de familias afectadas, quienes por temor han empezado a abandonar sus casas ubicadas en la lateral de la carretera México-Pachuca, según el sitio web de Milenio.

La tarde de ayer, Norma Angélica, vecina de la calle Cerrada de Cuauhtémoc, zona más afectada por la explosión, echó las pocas cosas que logró rescatar del siniestro a una camioneta Nissan.

Un colchón, una cama, un librero de madera, entre otros muebles, fueron las únicas pertenencias que le quedaron del incendio provocado por la explosión de una pipa de doble remolque la madrugada del pasado 7 de mayo en el kilómetro 14 de la autopista.

“Voy a buscar un cuartito para rentar y vivir ahí mientras salen mis familiares que todavía están hospitalizados, cuando los den de alta ya veremos”, dijo.

Asegura tener miedo de seguir viviendo ahí, donde hace una semana el estallido de la pipa provocó que se incendiara la casa donde vivió los últimos años.

Con su hijo de dos años de edad en brazos y el poco patrimonio que le quedó, la mujer subió al vehículo y abandonó el lugar.

Hasta el momento, hay 25 muertos y 12 heridos, dos de gravedad y dos menores en Galveston, Texas.

Magnolia Zúñiga, al igual que Norma Angélica, también decidió dejar su casa que sufrió algunas afectaciones. Ella —junto con su esposo e hijo— se fue a vivir con su madre, en la misma comunidad, pero lejos de la autopista.

Ayer, Magnolia acudió a la casa en la que vivía hasta hace una semana, donde trabajadores del ayuntamiento hacen algunos arreglos; sin embargo, aseguró que no va a regresar.

Cree que fue un milagro que nadie resultara herido, pues en las casas contiguas murieron varios de sus vecinos. “No entendemos cómo Dios nos dio la gracia de salir vivos.”

Geovanni, cuñado de Magnolia, indicó que con el apoyo económico que las autoridades les han dado buscará comprar un predio en otro lugar y empezará a construir una nueva casa, “pero yo ya no regreso ahí”, señaló.

Aunque hasta el momento no hay un censo de las personas que han abandonado sus casas tras la explosión, son varias las familias que han solicitado su reubicación y otras han decidido irse. La mayoría coincide que no regresará a vivir al lugar donde muchos de ellos perdieron a sus seres queridos.

Hasta el momento 25 personas han muerto y 12 continúan internadas, dos de ellas de gravedad y dos menores son atendidas en Galveston, Texas.

David López, quien perdió a 18 familiares a consecuencia de la explosión, también aseguró que ya no regresará a vivir a ese lugar. “Te quedas con la psicosis y con cualquier ruido te asustas; esa sensación va a durar mucho tiempo y no creo que la podamos olvidar jamás”.

La petición

De acuerdo con el alcalde Pablo Bedolla López, son alrededor de 300 familias las que viven a pocos metros de la barda de contención de la autopista.

Ayer se realizó una misa de cuerpo presente en memoria de Adriana Hernández Enríquez, de 35 años, quien murió la mañana del martes pasado en el hospital Magdalena de las Salinas.

Unas 100 familias que viven a la orilla de la autopista México-Pachuca, en dirección a Hidalgo, pidieron al gobierno del Estado de México que las reubique, ante el riesgo que implica vivir cerca de la carretera.