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CANADA.- Canadá quiere proteger a los usuarios de las aerolíneas con una nueva ley en la que se penalizará a las aerolíneas en caso de que sus vuelos sufran retrasos, cancelaciones u "overbooking" (sobreventa).

De acuerdo con vanguardia.com, el proyecto de ley recoge que un usuario de una de las grandes aerolíneas recibirá un mínimo de 400 dólares canadienses (300 dólares estadounidenses) por un retraso de tres horas, cifra que aumentará hasta los mil dólares si es superior a las nueve horas.

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Los pasajeros que pierdan su vuelo por un exceso de reservas recibirán una compensación de 900 dólares canadienses (675 dólares estadounidenses).

Si la sobreventa supone un retraso de nueve horas o más, la indemnización ascenderá hasta los 2 mil 400 dólares canadienses (mil 800 dólares estadounidenses).

El proyecto legislativo no contempla el pago de indemnizaciones cuando los retrasos sean causados por situaciones fuera del control de las aerolíneas, como las condiciones meteorológicas, mantenimiento de emergencia, las operaciones del aeropuerto o urgencias médicas.

"Excepto en circunstancias que no se pueden controlar, vamos a asegurarnos que las aerolíneas tratan a los pasajeros con el respecto que se merecen", dijo en un comunicado el ministro de Transporte de Canadá, Marc Garneau.

Hombre denuncia a aerolínea por un viaje ‘incómodo’

Stephen Prosser, de 51 años, demandó a la aerolínea British Airways, pues durante un viaje le obligaron a sentarse durante 12 horas junto a una persona gorda.

De acuerdo con excelsior.com, en la demanda se pide una indemnización de 11 mil euros, poco más de 250 mil pesos mexicanos. 

Medios locales aseguran que Prosser presentó diversos estudios para comprobar los daños que sufrió.

Prosser asegura que sufrió lesiones por sentarse junto a ese pasajero durante un vuelo desde Bangkok a Londres. 

Ante la corte del condado de Pontypridd, el hombre denunció que la tripulación de cabina ignoró sus quejas de que se lesionaría si le obligaban a sentarse junto al pasajero "extremadamente grande", a quien describió con 1.93 metros de altura y aproximadamente 140kg de peso.

Era tan grande que tuvo que forzar sus nalgas entre los reposabrazos de los asientos", afirma en su declaración, recogida por The Guardian.

Se sentó con las rodillas pegadas al asiento de delante y el resto de su cuerpo se colaba en mi asiento. Fui inmediatamente consciente de que esto iba a ser un problema para mí y podía sentir su peso, ya que ejercía presión sobre mi cuerpo. Esto me obligó a mantener una postura antinatural", relata el denunciante.

Relató que "debido a su tamaño, descansaba en mi reposabrazos y accidentalmente subía el volumen de mi audio a un volumen extremadamente alto cada vez".

Asegura que durante el viaje optó por no discrepar con el pasajeroporque parecía "tímido", pero se quejó con la tripulación, que le dijo que no había otros asientos disponibles en el avión.

Ha asegurado que, al ser forzado a mantener una posición poco natural durante el vuelo de larga distancia, se ha agravado una lesión en la columna vertebral que sufre desde hace 12 años causada por conducir largas distancias para trabajar.