África enfrenta una alarmante crisis sanitaria con la propagación de una nueva cepa de mpox, antes conocida como viruela del mono, que ya ha dejado 18,737 casos sospechosos o confirmados en lo que va del año.

La situación se agrava por la falta de recursos financieros y vacunas para frenar el avance de esta enfermedad, que está afectando especialmente a la República Democrática del Congo (RDC).

WATCH: From tensions over Ethiopia's $1 billion international bond to efforts to get vaccines amid an outbreak of mpox, here's what's been making the business headlines in sub-Saharan Africa this week pic.twitter.com/Ljn6W1TYtB

— Reuters Business (@ReutersBiz) August 16, 2024

La Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró la crisis una emergencia sanitaria internacional, pero los fondos disponibles son insuficientes. Hasta ahora, la OMS ha liberado 1.45 millones de dólares, y la Unión Africana ha destinado 10.4 millones de dólares de sus reservas para combatir la propagación del virus.

Sin embargo, estas cifras están muy por debajo de los 4 mil millones de dólares que, según Jean Kaseya, director general de África CDC, se necesitan para enfrentar la epidemia.

La nueva cepa del virus, denominada "clado 1b", es más mortal y transmisible que las anteriores, provocando erupciones cutáneas en todo el cuerpo. La RDC, epicentro del brote, concentra la mayoría de los casos, con 16,794 notificaciones y más de 500 muertes. La situación en países vecinos como Burundi también es crítica, con un aumento del 75% en los casos en solo una semana.

La OMS ha instado a los países con reservas de vacunas a donarlas a las naciones afectadas, pero el reto financiero sigue siendo enorme. La RDC necesita al menos 3.5 millones de dosis, con un costo estimado en cientos de millones de dólares, una cifra inasequible para muchos países del continente.

(Con información de Reforma)