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DAMASCO, Siria.- Damasco amaneció este sábado con el estrépito de los morteros que sembraron el pánico en varios distritos. A unos kilómetros de los impactos, el ejército sirio continuó por segundo día su ofensiva terrestre en Duma, el último bastión rebelde de Guta Oriental. Los ataques aéreos sobre el enclave, en el que permanecen decenas de miles de civiles, dejaron densas columnas de humo elevándose sobre el horizonte de la capital siria.

Durante la madrugada de este domingo, el zumbido de los aviones ha continuado sobre el cielo de Damasco. Al menos 40 personas, en su mayoría mujeres y niños, han fallecido por asfixia en un ataque químico en Duma, ha denunciado la ONG Cascos Blancos, encargada del rescate de víctimas en zonas rebeldes. Cientos de personas han resultado heridas.

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De acuerdo con información de El Mundo, el gobierno, en declaraciones recogidas por la agencia estatal, ha negado el uso de armas químicas. "El ejército Árabe Sirio, que está logrando una avance decidido, no necesita emplear material químico como reclaman los medios de comunicación vinculados a los terroristas".

Los cohetes lanzados desde Duma se cobraron al menos ocho vidas -entre ellos, un menor de edad- y dejaron 37 heridos, según fuentes médicas consultadas por EL MUNDO. Los morteros cayeron sobre los barrios capitalinos de Mezzeh 86, Abu Romana, Barzeh y Al Warwar y las inmediaciones de la plaza de los Omeyas. En los bombardeos gubernamentales sobre Duma, entretanto, perdieron la vida 32 personas, entre ellos cinco niños, según el Observatorio Sirio de Derechos humanos.

El Ejército del Islam, el grupo que controla Duma y suspendió el jueves el acuerdo de evacuación firmado con Rusia, indicó que el lanzamiento de morteros era una respuesta a "la masacre causada por las milicias de Asad y los aviones rusos". Por segunda jornada, la Guardia Republicana, un cuerpo de élite de las fuerzas armadas sirias, avanzó por el último bastión de Guta Oriental en manos rebeldes.

La agencia de noticias estatal Sana aseguró a primera hora de la tarde que los uniformados habían roto las líneas del frente del Ejército del islam. "El caos reina entre las filas de los terroristas", indicó un corresponsal de la agencia. Según sus informaciones, los bombardeos destruyeron escondites y plataformas usadas para el lanzamiento de morteros sobre la capital, "además de provocar importantes pérdidas de personal y equipamiento".

Damasco advierte de que la operación militar y los ataques aéreos continuarán hasta que el grupo acepte el acuerdo alcanzado a principios de este mes para la evacuación de combatientes y civiles de Duma. Una parte de los militantes apuesta por permanecer reconvertidos en una fuerza de seguridad local, una posibilidad que rechaza el Gobierno sirio. Los combatientes se niegan a abandonar Duma en dirección a la población de Yarablus, una localidad en el noreste de la provincia de Alepo controlada por grupos islamistas rivales.