Francia retrasa el gasolinazo tras ola de protestas

A pesar de la medida, siguen las manifestaciones en contra del gobierno.

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Trabajadores de ambulancias encienden bengalas en el exterior de la Asamblea Nacional francesa. (AP)
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Agencia
PARÍS, Francia.- El gobierno francés cedió el martes después de los peores disturbios en París décadas y retrasó el aumento al impuesto a los combustibles, pero la medida fue considerada insuficiente y tardía por muchos manifestantes cuyo enojo parece enfocarse cada vez más contra el asediado presidente Emmanuel Macron.

De acuerdo con información de AP, los manifestantes regresaron a las calles con sus distintivos chalecos amarillos. Bloquearon varias estaciones de gasolina y, en una autopista cerca de la ciudad sureña de Aubagne, tomaron una caseta de peaje para permitir que conductores pasaran sin pagar cerca de un letrero que decía “Macron dictador”.

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Las manifestaciones comenzaron el 17 de noviembre por la molestia causada por el aumento al impuesto sobre los combustibles, pero se han extendido para incluir una amplia variedad de quejas como el estancamiento de la economía, la injusticia social, el sistema fiscal del país que es uno de los más elevados en Europa y ahora algunos incluso piden la renuncia del gobierno.

Macron: objeto de las críticas

Una queja común entre los manifestantes, que abarcan gran parte del espectro político y social, ha sido la molestia con Macron y el elitismo percibido en la distante clase gobernante de Francia.

Desde que Macron regresó de la cumbre G20 en Argentina, ha permanecido en su residencia palaciega y evitado hablar en público sobre las protestas, las cuales han creado su mayor crisis política desde que asumió su cargo en mayo.

Fue el primer ministro de Francia, Edouard Philippe, quien anunció el aplazamiento por seis meses del aumento al impuesto a los combustibles que debió comenzar en enero.

Hace sólo tres semanas, Philippe había insistido en que el gobierno se mantendría firme en el plan fiscal cuyo objetivo era desestimular el consumo de combustibles fósiles. También anunció precios congelados en la electricidad y gas natural hasta mayo.

El giro de 180 grados del gobierno pareció tranquilizar sólo a algunos manifestantes, quienes portan el chaleco amarillo que los conductores en Francia deben llevar en sus vehículos en caso de una emergencia.

“Es el primer paso, pero no nos conformaremos con migajas”, dijo Benjamin Cauchy, un autoproclamado líder de la protesta.

Otro líder autoproclamado, Thierry Paul Valette, le dijo a The Associated Press que los manifestantes están insatisfechos no sólo por el precio del combustible, sino también por la desigualdad económica.

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