EFE
SEÚL, Corea del Norte.- Corea del Norte celebró este domingo con una ceremonia y entre alabanzas a su liderazgo la llegada al poder hace dos años de Kim Jong-un, mientras el régimen intenta dar una imagen de fortaleza del joven dictador tras la ejecución de su tío.

Kim se convirtió en el comandante supremo del Ejército de Corea de Norte el 30 de diciembre de 2011, pocos días después de la muerte de su padre y anterior líder, Kim Jong-il.

El aniversario se celebra este año en medio del revuelo político causado por la reciente ejecución de Jang Song-thaek, tío del líder y hasta ese momento considerado "número dos" del régimen, que fue acusado de traición, entre otros muchos cargos.

"Los miembros de las fuerzas armadas deberíamos portar alto el eslogan de proteger al camarada Kim Jong-un con nuestras vidas" y moverse como un cuerpo único a sus órdenes, dijo durante el acto Choe Ryong-hae, director del buró político militar.

Nuevo 'número dos'

Los expertos consideran ahora a Choe como el segundo hombre mas poderoso de Corea del Norte, tras la sorprendente ejecución de Jang.

Durante su discurso, retransmitido por la televisión pública norcoreana, Choe insistió en que Corea del Norte debe tener como prioridad avanzar en su industria de Defensa y "modernizar incesantemente" su actual armamento.

Sin embargo, durante la ceremonia no se hizo ninguna mención al polémico programa nuclear de Pyongyang, según señaló la agencia surcoreana Yonhap.

En el podium volvió a estar ausente Kim Kyong-hui, la tía del líder y esposa de Jang, a la que no se le ha visto desde la ejecución de su marido, salvo para preparar los funerales de un miembro de gobierno, acontecimiento que se ha valorado como el mayor cambio político en Corea del Norte tras el cambio de poder de diciembre de 2011.

El pasado día 17, Corea del Norte conmemoró el segundo aniversario de la muerte de su anterior líder también con mensajes de unidad en torno al joven Kim Jong-un.

En un acto en el principal pabellón deportivo de Pyongyang, donde miles de altos cargos del régimen confirmaron su lealtad al nuevo dirigente, Kim Yong-nam, presidente del Buró Político de la Asamblea Popular Suprema de Pyongyang aseguró que todos los norcoreanos deben "mantener en alta estima al camarada Kim Jong-un como el centro único de la unidad y el liderazgo" del país.