¡Ya ni la hacen! Trump y Pelosi cumplen 5 meses sin hablarse

A pesar de la peor crisis sanitaria que vive el país el presidente y la líder demócrata siguen sin dirigirse la palabra.

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Nancy Pelosi (izquierda, de pie) discute con Donald Trump durante una reunión en la Casa Blanca el 16 de octubre del 2019. Desde entonces, el presidente y la jefa de la Cámara de Representantes no se han vuelto a hablar. (Official White House Photo by Shealah Craighead via AP)
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Washington.- Donald Trump y Nancy Pelosi no se hablan desde hace cinco meses y eso no ha cambiado en medio de la peor crisis de salud pública que enfrenta Estados Unidos en un siglo, que ya ha matado a más de 6.000 personas y dejado sin trabajo a 10 millones.

El presidente y la líder de la Cámara de Representantes hablaron por última vez el 16 de octubre, cuando Pelosi le apuntó con su dedo a Trump durante una acalorada discusión en la Casa Blanca. Pelosi se fue furiosa de la reunión y la relación entre ambos terminó de romperse cuando la cámara baja dispuso un juicio político de Trump meses después.

Ahora hay quienes se preguntan si ese distanciamiento puede afectar la respuesta a la pandemia.

“Las relaciones personales son el principio de todo. La confianza en el otro es vital para la cooperación”, expresó John M. Bridgeland, quien desempeñó distintos cargos bajo los gobiernos de George W. Bush hijo y Barack Obama.

La relación entre Trump y Pelosi nunca fue buena y parece poco probable que pueda recomponerse tras el juicio político, según allegados a ambos. Ni siquiera la crisis por la pandemia, con sus graves repercusiones en la salud y la economía, ha hecho nada para romper el hielo entre ambos.

El mes pasado, mientras se preparaba el paquete de rescate más costoso en la historia del país, Trump y Pelosi se ojearon de lejos. El mandatario dejó que otros negociasen el plan de 2,2 billones de dólares.

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Ambos se comunican indirectamente, a través de Twitter, la televisión e intermediarios tolerables para el otro. Especialmente el secretario del tesoro Steven Mnuchin, quien negoció los tres proyectos de rescate de la economía aprobados hasta ahora. Cuando Trump estampó su firma en la ley, no invitó a Pelosi ni a ningún otro demócrata.

La cantidad exorbitante de solicitudes de seguro de desempleo hacen que resulte más apremiante que el Congreso tome nuevas medidas y apruebe otro paquete de ayuda tal vez más grande que el primero.

Pelosi y Mnuchin hablaron decenas de veces sobre el proyecto aprobado, por teléfono y en el despacho de ella en el Capitolio. Se espera que el nuevo jefe de despacho de la Casa Blanca Mark Meadows, un exrepresentante que conoce a Pelosi, sea otro intermediario en el futuro.

Pelosi resta importancia a la falta de comunicación con Trump.

“Nos comunicaremos de un modo u otro, hable o no con el presidente”, dijo Pelosi el jueves. “No son cosas circunstanciales. Hablar por hablar. Hay que ver cuál es el propósito, cuál es la urgencia, si son necesarios la presidenta de la cámara baja o el presidente, dos personas muy ocupadas”.

Pelosi anunció la formación de una comisión bipartidista en la cámara baja que se dedicará a la crisis del coronavirus. Trump dijo era una “caza de brujas” que lo ayudará a subir en las encuestas.

“Quiero recordarle a todo el mundo aquí en la capital de la nación, especialmente en el Congreso, que este no es momento para hacer política y (lanzar) investigaciones partidistas inacabables”, dijo Trump durante el informe diario sobre el coronavirus.

Una nueva encuesta de la Associated Press-NORC Center for Public Affairs Research indica que el 44% de la población aprueba el manejo que hace Trump de la crisis. Es casi el mismo nivel de aprobación de su gestión en general.

Pero solo el 38% aprueba lo que se hizo para evitar la propagación del virus, en tanto que el 57% aprueba el manejo de los gobiernos estatales y un 54% el de las municipalidades.

Apenas el 31% aprueba el desempeño de los líderes del Congreso en relación con el virus y el 41% lo desaprueba.

La relación entre Trump y Pelosi no siempre fue tan mala.

Cuando los demócratas tomaron el control de la Cámara de Representantes a fines del 2018 Trump dijo que respetaba las dotes políticas de Pelosi y que creía que era una persona con la que se podía llegar a acuerdos.

Pelosi, sin embargo, resultó su antagonista más visible y generó imágenes que se hicieron virales de ella aplaudiéndolo burlonamente durante el informe sobre el Estado de la Unión del 2019 y cuando salió intempestivamente de la Casa Blanca tras otro tenso encuentro, con un abrigo de diseñador y anteojos para el sol. La negativa de Pelosi a acceder al pedido de dinero para un muro en la frontera con México dio lugar a la paralización del gobierno más larga de la historia. Al final Trump cedió.

Trump le ha dicho a algunos colaboradores y allegados que cree que Pelosi trata de socavarlo y de humillarlo cada vez que puede y que jamás le perdonará el juicio político, según dos miembros del personal de la Casa Blanca que hablaron a condición de no ser identificados porque no estaban autorizados a comentar conversaciones privadas.

En otro momento memorable del último informe sobre el Estado de la Unión, antes de que Trump dejase el podio, Pelosi tomó una copia de su discurso y lo destruyó ampulosamente, a la vista de todo el mundo.

El coronavirus se ensaña sobre todo con las personas mayores. Pelosi acaba de cumplir 80 años y Trump tiene 73. Pero los dos hacen vidas activas y no dejan de tirarse dardos.

“No sé qué podría sacar de una conversación con el presidente”, dijo Pelosi esta semana.

“Es un cachorrito enfermo”, respondió Trump en el Fox News Channel.

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