Encierro humano por cuarentena por coronavirus podría salvar a las abejas

El cese momentáneo del ajetreado ritmo de vida de la sociedad ha permitido la restauración de los delicados ecosistemas vegetales urbanos.

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Expertos aseguran que estrechos pastizales urbanos pueden albergar hasta 700 especies de flores silvestres. [Foto: Pixabay]
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REINO UNIDO.- El confinamiento social al que se ha visto obligada la mayor parte de la población humana como medida restrictiva y de prevención ante la pandemia por coronavirus, ha generado una enorme reducción del tráfico y la contiminación a nivel mundial, y con ello una fantástica noticia: las flores silvestres han comenzado a tomar las calles y esto a su vez ha provocado el retorno de las abejas. 

De acuerdo con el portal EcoInventos, el cese momentáneo del ajetreado ritmo de vida de la sociedad ha permitido la restauración de los delicados ecosistemas vegetales urbanos. 

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Ahora, las flores silvestres y la disminución de las poblaciones de abejas podrían comenzar a recuperarse durante el encierro impuesto por el coronavirus, porque ahora, en casi todas las ciudades, se permite que las plantas silvestres de todo tipo crezcan sin ser molestadas por los bordes de las carreteras y aceras.

Según la mayor organización europea de conservación de plantas silvestres, la Plantlife, los bordes de las carreteras son, de hecho, el último refugio de muchas especies de plantas que han sido devastadas por la conversión de los terrenos naturales en tierras agrícolas y complejos residenciales. Estos estrechos pastizales pueden albergar hasta 700 especies de flores silvestres.

 

Ecosistemas vegetales urbanos se recuperan cada vez más

En los últimos años, explica el botánico de Plantlife Trevor Dines, los ayuntamientos han adoptado políticas demasiado impacientes que cortan las flores antes de que maduren. Pero los recortes, debidos a la crisis de Covid-19, fueron de los primeros en reducirse o incluso suspender los servicios en algunos países. Y los ecosistemas vegetales urbanos ya han comenzado a recuperarse.

Todo esto también beneficia a las poblaciones de abejas, mariposas, pájaros, murciélagos y todos los insectos que dependen de las plantas silvestres para su supervivencia.

El simple hecho de dejar que muchas de nuestras plantas florezcan de nuevo puede ofrecer polen y néctar a las abejas. Por otro lado, alrededor del 80% de las plantas utilizan la ayuda de insectos u otros animales para transportar los granos de polen de la parte masculina a la parte femenina de la planta.

Por lo tanto, en tiempos de coronavirus, la naturaleza ha estado recuperando sus espacios. Y es maravilloso darse cuenta de lo poco que se necesitaría para dejarlo imperturbable y vivir en armonía con el planeta que habitamos. La cuestión es sí el hombre respetará esta tregua con la naturaleza o continuará devastando, pese a las consecuencias ambientales

 

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