Gisèle Pelicot: un símbolo de Francia contra la violencia sexual

La próxima semana, Gisèle enfrentará un nuevo desafío: volver a ver a su ex esposo y causante de su tormento.

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Gisèle Pelicot: un símbolo de Francia contra la violencia sexual. (Foto: AP)
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Francia ha convertido a Gisèle Pelicot en un símbolo de la lucha contra la violencia sexual, esto, después de que su caso se volviera tan controversial que atravesó decenas de fronteras.

A principios de septiembre de este año, miles de personas quedaron horrorizadas al escuchar el caso de Gisèle Pelicot .

Por varios años, esta mujer de 71 años fue abusada sexualmente por más de 50 hombres, mientras se encontraba inconsciente, estado provocado por Dominique Pelicot, en aquel entonces su marido.

Esta serie de abusos tuvo lugar entre 2011 y 2020. Fue este 2024 que Gisèle Pelicot decidió tomar cartas en el asunto y hacer justicia a través de un proceso judicial.

Con esto, busca que ‘ninguna mujer vuelva a sufrir una sumisión química’.

Alrededor de 700 personas se reunieron en la Plaza de la República en París para mostrar su apoyo a Gisèle y a todas las víctimas de abuso sexual de Francia. Entre la multitud se podían ver letreros con mensajes como ‘víctimas, les creemos. Violadores, los vemos’.

(Foto: AP)

Desde que comenzó su juicio el 2 de septiembre, en el que Pelicot enfrentará a 51 de sus presuntos agresores sexuales, ha sido ampliamente elogiada por su valentía y compostura.

Uno de los primeros actos de Pelicot fue decidir que el juicio se llevara a cabo de manera pública, a pesar de que inicialmente el tribunal había sugerido realizarlo a puerta cerrada. 

Permitió que los periodistas utilizaran su nombre completo y que el tribunal mostrara videos explícitos grabados por su esposo, en los que se ve a varios hombres realizando actos sexuales con su cuerpo desnudo e inmóvil.

(Foto: AP)

Gisèle explicó que sus decisiones buscan solidarizarse con otras mujeres que, a menudo, no son reconocidas como víctimas de delitos sexuales.

“Es muy importante estar aquí porque necesitamos hablar sobre la cultura de la violación. Siete años después de MeToo, sabemos que no existe un tipo especial de víctima. También nos damos cuenta colectivamente de que no existe un tipo especial de violador”, declaró la activista Anna Toumazoff, una de las organizadoras de la protesta en París.

El 5 de septiembre, Gisèle rompió el silencio por primera vez desde que, hace cuatro años, recibió una llamada devastadora de la policía. Con una voz serena y firme, relató cómo descubrió que su exesposo la había estado drogando y permitiendo que al menos 72 desconocidos entraran en su hogar en Provenza para abusar de ella sexualmente.

La próxima semana, Gisèle enfrentará un nuevo desafío: volver a ver al hombre con quien compartió más de 50 años de su vida y con quien tuvo tres hijos. Su abogado confirmó que ella estará presente cuando su ex esposo, Dominique Pelicot, testifique.

Aunque Dominique ya confesó sus crímenes, su comparecencia en el tribunal es clave para que los jueces determinen la responsabilidad de los otros 50 hombres acusados de violación.

Con información de AP

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