Harvey Weinstein, exproductor de cine de 72 años, ha presentado una demanda contra la ciudad de Nueva York, denunciando un trato negligente y condiciones inhumanas en la prisión de Rikers Island, donde permanece detenido.

Según el aviso de reclamo, un paso obligatorio antes de una demanda formal, Weinstein alega que la instalación no ha proporcionado la atención médica adecuada para sus múltiples problemas de salud. 

Entre ellos se encuentran leucemia mieloide crónica, diabetes, hipertensión y complicaciones cardíacas, afecciones que, afirma, se han agravado por las condiciones insalubres del centro penitenciario.

¿QUÉ DICE SU ABOGADO? 

Su abogado, Imran H. Ansari, denunció que Weinstein ha sido obligado a usar ropa manchada de sangre durante semanas sin acceso a limpieza adecuada ni ropa interior limpia, todo esto mientras soporta temperaturas extremas en su celda.

“Cuando lo visité por última vez, lo encontré con salpicaduras de sangre en su uniforme de prisión, posiblemente de sueros intravenosos, ropa que no había sido lavada durante semanas y ni siquiera le habían proporcionado ropa interior limpia, condiciones poco higiénicas para alguien con condiciones médicas graves”.

La demanda sostiene que Weinstein fue hospitalizado en abril y julio por problemas graves de salud, pero fue devuelto a Rikers antes de su recuperación completa. 

Estas acciones, de acuerdo con sus abogados, demuestran una negligencia sistemática en el manejo de sus necesidades médicas.

EXIGE SUMA MILLONARIA POR LOS INCONVENIENTES

Weinstein busca la cifra de 5 millones de dólares en compensación por lo que describe como un trato inhumano y contrario a sus derechos. 

El productor de Shakespeare Enamorado ha estado bajo custodia desde principios de 2024, luego de que el Tribunal de Apelaciones de Nueva York revocara su condena por violación en 2020, lo que dio lugar a un nuevo juicio programado para 2025.

Aunque sigue negando las acusaciones en su contra, su caso se ha convertido en un símbolo de la caída de los poderosos en la era del #MeToo.

Con información de Reforma y New York Post