El Ejército de Israel llevó a cabo este sábado 22 de marzo, una serie de bombardeos contra objetivos del movimiento Hezbolá en el sur de Líbano, en respuesta al lanzamiento de tres proyectiles que fueron interceptados por su sistema de defensa aérea.

El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ordenó atacar "decenas de blancos terroristas" en el país vecino, intensificando la tensión en la región.

Medios locales informaron de bombardeos en ciudades del sur del Líbano como Kfar Kila y Tulin, mientras que la fuerza de la ONU en Líbano (Finul) expresó su preocupación por la escalada del conflicto.

"Exhortamos a todas las partes a evitar comprometer los progresos realizados, especialmente cuando están en juego vidas civiles y la frágil estabilidad de la región", advirtió la misión internacional en un comunicado.

Los ataques de Israel fueron una respuesta directa a los tres proyectiles lanzados desde el Líbano a primera hora del día, lo que activó las alarmas antiaéreas en la ciudad israelí de Metula, situada a unos 150 metros de la frontera.

Según la Agencia Nacional de Noticias de Líbano (ANN), las fuerzas armadas libanesas localizaron y desmantelaron tres lanzacohetes "primitivos" en Kfar Tibnit y Arnoun, tras los bombardeos israelíes. Hasta el momento, ningún grupo, incluido Hezbolá, ha reivindicado la autoría del ataque.

Este incidente marca la primera vez que suenan las alarmas en el norte de Israel por un ataque desde el Líbano desde el 26 de noviembre de 2024, cuando se estableció un alto el fuego entre Israel y Hezbolá. La creciente escalada de violencia en la zona genera preocupación por una posible expansión del conflicto en Medio Oriente.

(Con información de AFP)