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CIUDAD DE MÉXICO.- Imagina qué estás a meses de casarte y de repente un accidente hace que todo tu mundo cambie de la noche a la mañana; Jessica decidió tomar las fotografías de su boda, 10 meses después de que su prometido perdiera la vida en un accidente automovilístico.

Su amado Kendall murió, pero esto no impidió que Jessica se tomará la sesión de fotografías de novios, vestida de novia y junto al lugar donde reposan los restos de su prometido, de acuerdo con la información del Debate.

El joven murió tras ser atropellado por un automóvil conducido por un bombero voluntario que se dirigía a responder a un reporte de accidente.

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Los enamorados realizaron una reservación para tomar las fotografías de su boda, Kendall falleció, pero Jessica no canceló la sesión.

Ya compré mi vestido y otras cosas, y aún quería contribuir al día de mi boda, dijo la joven a Global News.

Durante dos horas, Jessica y Kendall tuvieron su sesión de compromiso.

Sorprendentemente,'mi fiesta nupcial y los padrinos de boda estaban parados en sus lugares como si fueran a casarnos', contó la novia que se conmocionó hasta las lágrimas.

Los padres del novio llevaron unas botas de vaquero que usualmente usaba el joven con un emotivo mensaje.

Cualquiera que sea el camino que tomes, tu ángel guardián siempre estará allí para ti. Amor, Kendall. 

El accidente que lo cambio todo

De acuerdo con información de Daily Mail, la noche del 10 de noviembre de 2017 Kendall y sus compañeros acudieron a prestar auxilio en un choque de tránsito. El joven de 27 años arribó al lugar en su automóvil, mientras el resto de sus compañeros llegó en un camión de bomberos.

De repente, un segundo camión de bomberos llegó al lugar, pero el conductor perdió el control y se estrelló por detrás contra el camión que ya estaba ahí. Por desgracia, en el choque el segundo camión alcanzó a impactar a Kendall, matándolo instantáneamente.

El responsable del accidente fue el bombero Colby Blake, quien más tarde fue detenido. Conforme señala el medio, el bombero fue sometido a un examen médico en el que se comprobó que iba alcoholizado.

Colby Blake tenía 0.21% de alcohol en la sangre, cuando el límite permitido para conducir es de 0.08%. Blake fue acusado de provocar la muerte de otra persona por conducir bajo el influjo del alcohol, pero aún no se ha fijado fecha para su juicio, según informa el medio WTHITV.

Kendall Murphy llevaba poco más de un año como bombero, ocupación a la que decidió dedicarse siguiendo los pasos de su padre y de su abuelo, según recoge la organización Fire Hero.