Julian Assange, una figura central y controvertida en la era de la información, es un hombre libre tras pasar cinco años en una cárcel británica y siete años en la embajada de Ecuador en Londres.

Assange, fundador de WikiLeaks, llegó a su natal Australia esta semana, tras declararse culpable de obtener y publicar secretos militares estadounidenses. Este acuerdo con los fiscales del Departamento de Justicia de EE.UU. puso fin a su posible extradición y a una posible larga condena en prisión.

A pesar de su reciente liberación, el futuro de Assange es incierto. Su esposa, Stella Assange, compartió en una conferencia de prensa que Julian planea disfrutar de actividades simples como nadar en el océano y dormir en una cama de verdad, además de seguir defendiendo los derechos humanos y luchando contra la injusticia.

Sin embargo, el propio Assange no ha dado pistas claras sobre sus próximos pasos.

Andrew Wilkie, legislador australiano y amigo de Assange, expresó su deseo de que Assange encuentre felicidad y tranquilidad tras su calvario. No obstante, muchos de sus allegados dudan que Assange se mantenga alejado de las causas que siempre lo han apasionado.

El futuro de WikiLeaks, el sitio web fundado por Assange en 2006 para publicar documentos confidenciales, también es incierto.

El propio Assange comentó en 2023 que había dejado de publicar debido a su encarcelamiento y a la vigilancia de los estados, así como al congelamiento de los fondos de WikiLeaks, lo que desalentó a los denunciantes.

El acuerdo de culpabilidad con Washington incluye la destrucción de cualquier documento estadounidense que no haya sido publicado antes.

En el pasado, Assange aspiró a un puesto de elección popular, intentando sin éxito ingresar al Senado australiano en 2013. Aunque no ha indicado si volverá a postularse, recibió un cálido recibimiento en Australia, lo que refleja un cambio de percepción hacia él en su país natal.

A pesar de su controvertida figura, muchos esperan que su liberación arroje luz sobre la necesidad de reformas en la legislación australiana sobre el acceso a la información pública y la protección de la libertad de prensa y de expresión.

Incluso en una entrevista en 2018, Assange se mostró enigmático sobre su futuro, indicando que tenía ideas, pero sin revelar sus intenciones.

(Con información de The Associated Press)