Agencia
CIUDAD DE MÉXICO.- Un funcionario de Estados Unidos informó que no se presentaron cargos penales contra los 42 inmigrantes detenidos, tras la protesta que las autoridades estadounidenses repelieron con gas lacrimógeno.

El pasado 25 de noviembre, varios centroamericanos rompieron el cerco policial en la frontera entre México y Estados Unidos, una acción que fue respondida por los agentes de la Patrulla Fronteriza con gas lacrimógeno, publica el portal de noticias RT.

También te puede interesar:  Detienen en Estados Unidos a hondureña apodada #LadyFrijoles

El gobierno estadounidense fue duramente criticado por responder con gas lacrimógeno cuando había niños entre el grupo de manifestantes.

Mientras miles de migrantes centroamericanos aguardan en la frontera entre México y Estados Unidos en espera de obtener una visa de asilo, la Administración de Donald Trump únicamente procesa 100 solicitudes al día.

Rodney Scott, jefe de sector de la Patrulla Fronteriza en San Diego, California, dijo a la agencia AP que entre las personas arrestadas por ingresar ilegalmente había 27 hombres, el resto eran mujeres y niños.

Las autoridades estadounidenses evitaron comentar sobre el destino de los 42 ciudadanos detenidos, aunque sugirieron que algunos podrían ser deportados a sus países de origen.

Adelantaron que serán deportados

Los migrantes que intentaron cruzar el muro fronterizo que divide a México con Estados Unidos y la garita de El Chaparral para alcanzar el “sueño americano” y que han provocado desmanes en la frontera norte serán detenidos y deportados, aseguró el secretario de Gobernación, Alfonso Navarrete Prida.

De acuerdo con información de Notimex, el funcionario rechazó las acciones de las personas que rompieron el cerco policiaco y recalcó en entrevista telefónica con Milenio Televisión que “no es la manera en que deben actuar. Sabían que de ninguna manera iban a ingresar a territorio norteamericano de esa forma”.

Navarrete Prida aseguró que se reforzarán los puntos donde se tuvieron dificultades, pero las autoridades mexicanas no desplegarán a fuerzas militares, sino que México seguirá ofreciendo ayuda a los migrantes centroamericanos en las ciudades de Mexicali y Tijuana, Baja California.