Agencias
ASUNCION, Paraguay.- El obispo Rogelio Livieres, destituido de la diócesis paraguaya Ciudad del Este hace un año por el papa Francisco, falleció el viernes en un hospital de la capital argentina debido a problemas relacionados con la diabetes, informa The Associated Press.

"Días atrás visitamos al hermano Rogelio en el hospital Austral, en las afueras de Buenos Aires, en donde le manifestamos nuestra satisfacción porque volvió a la comunión de la iglesia", dijo monseñor Edmundo Valenzuela, arzobispo de Asunción, en entrevista con la radioemisora católica Cáritas.

Agregó que "felizmente nos despedimos en vida del hermano Rogelio; el sábado será sepultado en el cementerio La Recoleta, de Buenos Aires, según nos dijeron en el Opus Dei, prelatura a la que él pertenecía".

Livieres, de 69 años, había nacido en la ciudad argentina de Corrientes pero de niño se trasladó con su familia a Asunción.

En 1978 fue ordenado sacerdote por la prelatura del Opus Dei, luego se graduó de abogado, notario y escribano público en la Universidad Católica, de Asunción.

Estuvo al frente de la diócesis de Ciudad del Este, departamento Alto Paraná, a 340 kilómetros de Asunción, desde 2004 hasta que el año pasado fue destituido por el Vaticano sin que se difundieran oficialmente los motivos de su desalojo del poder eclesiástico.

No obstante, Javier Miranda, líder laico de Ciudad del Este, dijo en entrevista con The Associated Press que Livieres "llevó una mala administración financiera de la diócesis".

"Reunimos muchos documentos que hubieran probado ante la justicia ordinaria que las finanzas tenían puntos oscuros porque las millonarias donaciones que recibía para determinadas obras sociales no sabemos a dónde fueron destinadas", añadió.

Miranda lamentó que las autoridades eclesiásticas de Paraguay "lo hayan visitado recientemente en su lecho de enfermo para perdonarle por sus malos manejos administrativos porque -supuestamente- quedaron impunes".

Para el analista religioso Juan María Carrón, Livieres "recibió la comunión de los obispos como un acto de misericordia, que significa perdón, porque la iglesia persigue el pecado pero perdona al pecador".

Monseñor Livieres se ganó fama de ultraconservador cuando en 2013 reveló con disgusto que el entonces arzobispo de Asunción, monseñor Pastor Cuquejo de 75 años, era gay.

La polémica en los medios lo tuvo a Livieres como principal protagonista reafirmándose en su denuncia contra Cuquejo y añadiendo que la iglesia, con su aparente indulgencia hacia los homosexuales, iba rumbo a un cisma.