Las tensiones entre EEUU y China crecen en medio de la crisis por el Covid-19

Trump llama al mal el ‘virus chino’ y el gobierno chino expulsa a 12 periodistas de EEUU.

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Mientras en China el coronavirus va de salida, EEUU inicia su fase 2 con el cierre de fronteras y fuertes declaraciones contra el gigante asiático.
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Washington.- En plena crisis del Covid-19, China y EEUU viven una relación tensa que se incrementó hoy tras las declaraciones de Donald Trump sobre el origen del padecimiento que ha puesto en jaque al mundo entero.

El presidente estadounidense se refirió a la ahora pandemia como un “virus chino” y pocas horas después China expulsó a una docena de corresponsales estadounidenses. El gobierno de Pekín respondió de esa manera a las declaraciones de Trump, por la estigmatización que supone para los ciudadanos del gigante asiático.

Esta forma de calificar el origen del mal como si tuviera una nacionalidad, se ha convertido en un elemento más de la tensión entre ambos países. Cuestionado por ello en rueda de prensa este mediodía, el presidente estadounidense expresó que hablar de ese modo “no es racista”.

Lo llamo así porque viene de China”, dijo, para añadir que “China ha dicho que ese virus ha venido de los soldados estadounidenses y eso no puede ser”. “Yo no digo que ellos nos estén infligiendo este daño. Pero podrían haber dado aviso mucho antes”, comentó el presidente Trump.

El gobierno liderado por Xi Jinping ha sugerido en los últimos días que el virus fue originado por el personal militar destacado en la región china de Wuhan, en lugar de por un animal vivo (el pangolín) en un mercado de Wuhan.

La expulsión de los periodistas de cinco medios (The Wall Street JournalThe Washington Post, The New York Times, Time y Voice of America) fue duramente criticada este miércoles por el secretario de Estado, Mike Pompeo.

“Lamento la decisión de China porque dificulta la libertad de prensa en un momento en el que, francamente, sería bueno mantenerla para los ciudadanos chinos".

La buena voluntad que pudo generar la firma de la primera fase de un acuerdo sobre la guerra comercial entre las dos potencias mundiales el pasado mes de enero se ha disuelto a lo largo de las últimas ocho semanas, en las que el coronavirus ha causado estragos en China y amenaza con provocarlos en el mismo nivel o peor en Europa y Estados Unidos.

Tras el cierre de Wuhan el pasado 23 de enero, Pekín y Washington iniciaron un intercambio de reproches. Uno fue por la decisión del presidente Donald Trump de prohibir la entrada en territorio estadounidense de extranjeros que hubieran estado en China en las dos semanas anteriores, y la cancelación de vuelos. Pekín veía en ello una maniobra de Estados Unidos para intentar sacar ventaja sobre el país rival en sus momentos más vulnerables.

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Ahora, esos reproches han subido de tono. Un portavoz del Ministerio de Exteriores, Zhao Lijian, ha insinuado que el virus pudo llegar a Wuhan traído por las Fuerzas Armadas estadounidenses. Por su parte, el propio Trump se ha referido en varias ocasiones al “virus chino”, una expresión que irrita sobremanera a Pekín.

El anuncio de la expulsión de los periodistas llegó tan solo un día después de esos tuits. Por el amplio número de afectados y lo riguroso de sus términos, la dureza de la medida carece de precedentes. Afecta, según apunta el Club de Corresponsales Extranjeros en China, al menos a 13 periodistas. Ninguno de los corresponsales obligados a abandonar suelo chino podrá, como hicieron otros en el pasado, asentarse en Hong Kong —ni Macao— para continuar cubriendo este país desde allí.

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