Ana Cristina, la niña cariñosa, juguetona y traviesa de Tahdziú
Una escuela llevará el nombre de la niña, en memoria de esta inocente pequeña.
Julio Amer/ Milenio Novedades
MÉRIDA.- Ana Cristina G. C., de 6 años, víctima de un aberrante asesinato cometido por un joven adicto en Tahdziú el lunes 20 de agosto, la describen sus padres Zenón G. R., de 33 años de oficio albañil, y María Paula C. M., de 31, como una niña muy cariñosa, juguetona y traviesa, pero obediente, que se llevaba con todos sus vecinitos del rumbo.
Este año entraba a estudiar a la primaria “Artículo 27” y sus padres ya le habían comprado, con muchos esfuerzos, sus artículos escolares. Ella era la cuarta de seis hermanos –tiene una hermana de 14 años que ya está casada-. Su humilde choza de paja, de unos 6 metros de largo y 3.5 de ancho está en la esquina de la calle 4 por 19 de la colonia Hidalgo, solo unos 80 metros de casa de su verdugo.
Tiene un baño de mampostería de color amarillo que le construyó el PRD, ya que la familia apoyó la candidatura del Dr. Jorge Zavala para las pasadas elecciones a Gobernador del Estado. En la pequeña choza había un pequeño altar dedicado a Ana Cristina, con una imagen de la Virgen de Guadalupe y unas veladoras.
El nombre de Ana Cristina, a quien le gustaba mucho dibujar, será puesto a una escuela en su memoria, según dijo el alcalde Pedro Yah Segura, como un homenaje a esta inocente víctima de la maldad.
Y tan querida era esta niña, que más de 600 personas asistieron a su funeral el viernes pasado. Está enterrada en una humilde tumba que solo es un montículo de tierra con una cruz, donde fueron colocadas numerosas flores y varias veladoras.
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