Cecilia Ricardez/Milenio Novedades
MÉRIDA, Yuc.- José Ricardo Ordáz Quintal es un campeón de la vida. Con ayuda de sus padres se inició en el deporte desde los 9 años, entrenando para la victoria siempre, al demostrar que una condición cualquiera no significa un obstáculo para conseguir objetivos trascendentes. 

Actualmente con 31 años, es reconocido por obtener medallas en diferentes modalidades de la natación, fue reconocido tres veces con la distinción de Mérito Deportivo y actualmente divide su jornada, entre sus sesiones de entrenamiento y sus actividades en el Club Especial Ayelem, donde estudia, trabaja en la empresa de preparación de horchata y jamaica, además de formar parte de la Compañía de Teatro de esta agrupación, con la cual ha salido de gira nacional.

En entrevista en el marco del inicio de la construcción del Centro Integral del Club Ayelem, el joven dijo que está muy feliz de sus logros y de contar con apoyo de importantes organizaciones, tanto locales como nacionales que han impulsado su carrera deportiva.

“Estoy muy orgulloso de Club Especial Ayelem, entré a los 17 años y gracias  a Dios porque me puso en este camino, sin dejar la natación, con la que competí en Portugal e Irlanda, donde gané medalla de plata y me dieron reconocimiento por eso y también el mérito deportivo”, comentó Ricardo.

Su padre José Fernando Ordaz Bencón, destacó que su hijo ha participado en eventos paralímpicos con altos estándares en sus calificaciones y olimpiadas especiales, con organismos como la Federación Mexicana de Deportistas Especiales. Este campeón de natación ha destacado en nado de mariposa, dorso, pecho y crol.

El nombre de José Ricardo Ordaz Quintal pasó a la historia y forma parte de los nombres que figuran en el Jardín del Deportista, un área para recordar a los mejores atletas del Estado.

“Yo todos los días me levanto tempranito, voy a Ayelem, ahí voy a trabajar, contento y feliz, y en la tarde entreno”, apuntó y su padre agregó que para no perder condición mientras no tiene competencia  se inscribirá a clases particulares. 

La familia además de fortalecer el cuerpo del joven, con la confianza, el amor y al formación han crecido el músculo de la autoestima de José Ricardo, quien no tiene miedo a los retos y todas las actividades  que puede participar y destacar, porque la disciplina del deporte le ha aportado la persistencia para alcanzar sus objetivos.