MÉRIDA, Yucatán.- En Yucatán, la tasa de mortalidad por cáncer cervicouterino es de 12.5 por cada cien mil mujeres a partir de los 25 años de edad, según cifras del Instituto Nacional de Geografía y Estadística (Inegi). 

Si consideramos que el Censo de Población y Vivienda 2020 reveló que en la entidad habitan 710 mil 138 mujeres de 25 años y más, las muertes anuales por cáncer cervical son 90 en promedio. 

Sin embargo, especialistas advierten que estas cifras podrían ser conservadoras debido a que estos casos han ido en aumento en los últimos años, y para revertirlas se busca que por medio del tamizaje por técnica de reacción en cadena de la polimerasa en tiempo real (PCR) se erradique para el 2050. 

El tamizaje está disponible en todos los hospitales públicos de Yucatán. 

Los expertos señalan que la pandemia del Covid-19 ha venido a complicar la detección oportuna y, en consecuencia, el tratamiento de esta mortal enfermedad. 

La Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (Ensanut) indica que sólo una de cada dos mujeres mayores de 25 años se ha realizado una prueba de detección para cáncer cervicouterino. 

Y aunque anualmente se realizan cinco millones 752 mil 26 citologías y sólo un millón 63 mil 541 detecciones con prueba de VPH, resulta fundamental sensibilizar a la población femenina a practicarse estas pruebas.

Además, destacan que este cáncer es prevenible por medio de la vacuna contra el Virus del Papiloma Humano (VPH), principal causante con 12 tipos oncogénicos clasificados como grupo 1 para carcinogénesis. 

En entrevista con Novedades Yucatán, Patricia Ortega González, jefa del laboratorio de Citopatología del Hospital General de León de la Secretaría de Salud, dijo que es importante mantener vigentes los programas de tamizaje que permitan identificar a mujeres en riesgo de desarrollar cáncer cervicouterino para poder no sólo atender sino prevenir la aparición de este mal que afecta de manera importante a la mujer. 

“Uno de los principales retos es la continuación y ampliación de cobertura del programa, con la finalidad de disminuir la tasa de mortalidad y prevalencia de la enfermedad; de lograrlo, México sería de los primeros países en Latinoamérica en erradicar el cáncer cervicouterino”, agregó la doctora Ortega González. 

Expuso que la Organización Panamericana de la Salud (OPS) recomienda el tamizaje, seguido del tratamiento de las lesiones precancerosas identificadas; es una estrategia costo-efectiva de prevención. 

El tamizaje ayuda a disminuir la incidencia y mortalidad, debe realizarse entre mujeres entre 25 a 64 años para identificar oportunamente lesiones precancerosas y/o cáncer de cervicouterino. 

Abanico de pruebas 

Las pruebas de detección de lesiones en el cuello uterino consisten en citología cervical y detección del VPH. Ambas son gratuitas y están disponibles en todas las instituciones del Sistema Nacional de Salud. 

“Aunque sólo una de cada mil mujeres con infección persistente por el VPH puede desarrollar cáncer, es de vital importancia detectarlo a tiempo, ya que el 99.8 por ciento del cáncer cervicouterino está relacionado a la infección por este virus, que puede ser prevenible con vacunación, acompañada fundamentalmente de tamizaje del riesgo de ADN viral o prueba de ADN de VPH más citología y colposcopia, esto permite la detección del tipo de VPH y con esto evaluar el riesgo de cada paciente, para decidir el mejor tratamiento”, detalló la especialista. 

Indicó que gracias al tamizaje, la tasa de supervivencia de cinco años a nivel mundial ha logrado alcanzar cifras del 60 al 70 por ciento, ya que se detecta a etapas tempranas; el cáncer cervicouterino es uno de los cánceres con mejor pronóstico de tratamiento. Asimismo, la tasa de mortalidad ha disminuido 65 por ciento en las últimas cuatro décadas en países con programas de tamizaje. 

En México, la Secretaría de Salud ha establecido desde 1976 el Programa de Prevención y Control del Cáncer de Cervicouterino, dentro del cual se encuentra el tamizaje con pruebas de biología molecular para VPH de alto riesgo y citología cervical a mujeres con resultado positivo a prueba de VPH, y examen de colposcopia a quienes tienen citología anormal.

Avances en México 

El programa de tamizaje arrojó los siguientes avances: en 2012 la tasa de mortalidad fue de 11.8 por ciento por cada 100 mil mujeres mayores de 25 añosm, y en 2016 se redujo a 11.4 por ciento. 

Además, partir de 2015 cuando se incluyó la prueba de VPH con PCR con técnica de reacción en cadena de la polimerasa en tiempo real; hubo un incremento en la sensibilidad y calidad gracias a los controles internos de los ensayos y se aumentó la captación de pacientes en 31 por ciento. 

Actualmente, el programa de tamizaje de cáncer del cervicouterino cuenta con tecnología única de PCR de alto rendimiento que tiene certificaciones de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA por sus siglas en inglés) y la Comisión Europea (CE), lo que asegura la calidad y atención, además del mismo nivel que los países del primer mundo. 

Además, cuenta con la aprobación y el registro de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris). De esta manera se asegura que el programa tenga gran calidad en los procesos involucrados para el procesamiento de muestras. 

El tratamiento del cáncer de cervicouterino en México es gratuito en las instituciones de seguridad social por medio de sus esquemas de cobertura.

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