Las reacciones respecto de la temporada de pulpo, iniciada hace apenas un par de semanas, por parte de los pescadores en los puertos de Yucatán han sido variadas, ya que desde el azote de la marea roja en el Estado, ésta y las demás pesquerías vieron dificultades evidentes.

Esta situación ha dejado mal parado al sector, lo cual, según señaló el dueño de la cooperativa Carlos Cano, de Chicxulub Puerto, deja en claro lo endeble de la pesquería del molusco.

Luego de varios días, el precio del pulpo se ha conseguido estabilizar en 90 pesos por kilogramo del producto grande de primera, situación que de acuerdo con los hombres de mar resulta positiva, pero desafortunadamente nada más pueden hacer, ya que la pesca ribereña se encuentra estancada principalmente en los puerto de Dzilam, Telchac y Progreso, donde, para poder trabajar, sus embarcaciones se tienen que alejar demasiado hacia el oriente o hacia el poniente.

Por su parte, pescadores de toda la costa como Emmanuel Can, de San Felipe, y Rogelio Ramos, de Celestún, coincidieron en apuntar a que el problema es consecuencia clara de la falta de respeto a las vedas.

Indicaron que en los últimos años, los meses de descanso del molusco han sido interrumpidos por pescadores furtivos, los cuales depredan todas las especies protegidas, incluyendo al octópodo.

Ante esto, actualmente, la cantidad de pulpo en las costas resulta insuficiente, afectando de forma directa a los pescadores de todo el litoral yucateco y donde la marea roja solo vino a hacer más cruda la situación.

Por su parte, Ana María Pech Chacón, presidenta de la Unión de Armadores de Yucatán, reconoció los graves problemas que existen en la zona respecto de la pesca ilegal de especies en veda, indicando que, por muchos años, han intentado coordinar fuerzas con las autoridades en la materia, a fin de poder eliminar este tipo de prácticas

Indicó que hasta el momento no se ha obtenido resultados destacables y por lo tanto se ha comenzado a pagar la factura, que afecta a todo el sector, y que pone en riesgo la actividad; debido a que por desgracia Progreso funge como el punto central en la venta y comercialización de especies en veda a lo largo de todo el año.

El sector pesquero, coincidió en que aún tienen la esperanza de que la pesquería pueda tener un repunte favorecedor, al menos en temas de captura, ya que según se indicó el precio difícilmente alcanzará los niveles obtenidos en años anteriores, ya que la demanda del producto en el mercado internacional, no le es totalmente favorable al pulpo maya.

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