A pesar de que autoridades de la Fiscalía General del Estado (FGE) y la Policía Estatal de Investigación (PEI) han guardado total hermetismo sobre la desaparición de una pareja de ciudadanos de origen francés, Assya Madjou y Michel Amado, quienes eran propietarios del Hostal “Catrina de Candelaria”, en Valladolid, se pudo saber del hallazgo de los cuerpos enterrados de los europeos reportados desaparecidos desde hace un par de meses.

El predio inspeccionado se encuentra ubicado precisamente en el barrio de La Candelaria de la “Sultana de Oriente”, exactamente sobre la calle 48 por 35 y 33, donde agentes realizaron un cateo desde el viernes pasado que concluyó el sábado por la noche.

En dicho lugar se hizo el descubrimiento de los cadáveres de la pareja extranjera que residía en Valladolid desde hace varios años y tenían ese negocio de hospedaje, el cual se lo habrían comprado a un ciudadano holandés. El hombre llevaba 15 años viviendo en México, y la mujer, unos dos años.

Dicha información no la han corroborado las autoridades, pero fuentes confiables aseguran que se trata de los desaparecidos, quienes habrían sido privados de la vida y enterrados en el patio del mismo hostal.

Los asesinos se habrían hospedado como huéspedes durante un mes en el Hostal “Catrina de Candelaria”, tiempo para que “estudiaran” los movimientos de la pareja, que también tenía un hotel en Playa del Carmen, incluso ya anteriormente habían sido amenazados.

Según se pudo saber, los homicidas pudieron planear todo con mucho tiempo, hasta que decidieron el día en que le dieron muerte a la pareja francesa para robarles, desapareciendo los cuerpos al enterrarlos en el patio del hostal.

Desde el mes de septiembre, la familia de la pareja dejó de saber de ellos.

El caso es que los familiares de los europeos reportaron como desaparecida a la pareja, ya que tenían tiempo tratando de contactarlos y no tenían respuesta de ésta, y entonces comenzaron con la búsqueda por parte de las autoridades.

La pareja, un hombre de 57 años y una mujer de 50, no habían dado señales de vida desde el 12 de septiembre y por eso el 30 de septiembre los familiares denunciaron su desaparición.

El caso es que los vecinos del rumbo aseguraron haber visto desde ayer camionetas de la Servicio Médico Forense (Semefo) y sentido un fétido olor desde el sábado, cuando las calles aún estaban cerradas y no permitían el acceso a nadie. Incluso vieron perros rastreadores.

Los mismos vecinos dijeron que constataron que subieran en vehículos del Semefo los dos cuerpos que estaban enterrados, a pesar de que las autoridades correspondientes no han confirmado nada de lo mencionado.

Antes del hallazgo de los cuerpos, había varias conjeturas sobre la desaparición de los galos, una de ellas era que había cerrado temporalmente el hostal para realizar un viaje de paseo a Chiapas.

Ayer, en el barrio de Sisal, a un costado del parque, los peritos de la Fiscalía recolectaron evidencias en una casa que era también propiedad de los desaparecidos, donde tomaron huellas y otros indicios como parte de las investigaciones. 

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