MÉRIDA, Yuc.- La zona arqueológica y el cenote de Dzibilchaltún en Yucatán llevan tres meses cerrados por un conflicto ejidal, que parece más lejano a resolverse, sin que las autoridades federales tengan un resolutivo entre las partes para la reapertura de este sitio.

A la fecha, ni las autoridades federales del INAH, ni la delegación del Registro Agrario Nacional han logrado acuerdos entre los grupos en pugna y las mesas de discusión entre las partes siguen en silencio.

(Novedades Yucatán)

Lo anterior, ha dejado pérdidas económicas para artesanos y la propias autoridades federales y estatales, que reciben beneficios por el cobro a los accesos del parque. 

Reclamos de grupos ejidatarios

El problema empantanado se debe al reclamo de dos grupos de ejidatarios de Chablekal y el de Dzibilchaltún, que se ostentan posesionarios de una gran parte del polígono en el que se encuentra la zona arqueológica.

Dicho sitio suma 5 millones 701 mil 707.87 metros cuadrados del parque nacional en el que se asienta la milenaria urbe maya, que integra unos 70 edificios y construcciones con una antigüedad de mil años. 

La importancia de este punto de interés turístico-cultural es la derrama económica que deja la llegada de turistas de cruceros que arriban a Progreso, además de los numerosos visitantes locales y nacionales que acuden desde Mérida, pero que desde hace tres meses no pueden acceder a esta zona.

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