|
El Códice Maya de México sirve para pronosticar la conducta de Venus entre 1129 y 1233. (Novedades Yucatán)
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram

MÉRIDA, Yuc.- El Códice Maya de México sirve para pronosticar la conducta de Venus entre 1129 y 1233 de nuestra era, periodo conocido como postclásico temprano y es contemporáneo a los últimos años del esplendor de Chichén Itzá.

El experto mayista Erik Velásquez García, del Instituto de Investigaciones Estéticas de la UNAM, explicó que análisis realizados de 2017 a 2020 han demostrado que el documento es el único códice maya descubierto en el siglo XX, y contiene información clave sobre su momento histórico.

Detalló que el postclásico temprano estuvo marcado por sequías cruentas y recurrentes que ocasionaron enormes hambrunas, la llegada de nuevas enfermedades, así como desnutrición, hecho al que se atribuye el despoblamiento de Chichén Itzá, y que, en cierta forma, quedaron plasmados en el Códice.

 

El postclásico temprano estuvo marcado por sequías cruentas y recurrentes que ocasionaron enormes hambrunas. (Novedades Yucatán)

 

“Justamente en el siglo IX tenemos los primeros registros en Mesoamérica en un intento por predecir la conducta de Venus, siguiendo los periodos de 584 días, como se aprecia también en los códices Vaticano B, Borgia, Cospi e inclusive el Dresde”, comentó.

Autenticidad del Códice Maya de México

Puntualizó que los estudios realizados hasta el momento confirman la autenticidad del Códice Maya de México, antes llamado Grolier, como un documento único y de valor inestimable por ser el libro más antiguo legible del continente americano.

Velásquez García fue uno de los expertos invitados por el INAH para estudiar el códice que ahora es conocido como Códice Maya de México, al cual se le hicieron estudios de microscopía electrónica de barrido, espectrografía, fluorescencia de rayos X, estudios radiométricos, y entomología, entre otros.

“Cuando me invitaron yo era escéptico, no creía que el códice, entonces llamado Grolier, fuera prehispánico; sin embargo, acepté porque me pareció que el proyecto estaba muy bien fundamentado”, recordó.

En 2018, el códice se convirtió en el documento mesoamericano más estudiado desde el punto de vista de sus materiales y no hay otro que haya sido investigado de forma similar, en cuanto a sus técnicas, materiales y pigmentos. Se determinó que no tiene ningún componente moderno, destacó.

Recientemente un equipo de expertos dirigidos por Corina Solís Rosales realizó una nueva datación con radiocarbono y concluyó que los árboles, de los cuales se obtuvieron las fibras para fabricar el códice, fallecieron entre 1159 y 1261, confirmando una vez más que se trata de un documento prehispánico.

Con información de DGCS UNAM

TE PUEDE INTERESAR:

Detectan zona de viviendas mayas en región Puuc de Yucatán

Yucatán: Piezas mayas originales iban a ser vendidas por internet; INAH las recupera

Yucatán: Arqueólogo realiza importante hallazgo sobre la cultura maya en Dzibilchaltún

Lo más leído

skeleton





skeleton