Jacobo Velázquez
MÉRIDA, Yucatán.- La Asociación Mexicana de Energía Renovable y Medio Ambiente (Amerma) lamentó el continuo uso de combustibles fósiles para generar electricidad en la Península de Yucatán, específicamente en la Termoeléctrica Valladolid III.

“Está ampliamente comprobado que generan contaminación, que a su vez es la principal causa de la emergencia climática a la que la humanidad se enfrenta. Adicionalmente, para invertir en nueva capacidad de generación eléctrica, no existe hoy tecnología más competitiva que las renovables, especialmente solar y eólica”, advierte Raúl Asís Monforte González, presidente de la agrupación.

Para el especialista, uno de los temas prioritarios que debe atender la Comisión Federal de Electricidad (CFE) son los llamados “picos de alta demanda”, que ocurren a mediados de año. La CFE ha manifestado que cuenta con la capacidad instalada suficiente para satisfacer tal demanda de energía eléctrica para Yucatán.

“El principal problema al que nos enfrentamos es que la demanda presenta una alta variabilidad, no solo durante los diferentes horarios, sino entre un día y otro, o entre temporadas. Es decir, la demanda es altamente variable de manera estacional, diaria e incluso horaria”, dijo.

Con fundamento en la variabilidad, se debería mantener un equilibrio entre la oferta y demanda, lo que se genera de manera instantánea en las plantas y por otra parte, lo que se transporta a través de las redes de transmisión y distribución, además del consumo diario en todos en los hogares, comercios e industrias. Todos estos factores son previsibles y siempre deben estar sujetos a eventos súbitos.

Raúl Monforte explicó que cuando la demanda presenta incrementos súbitos o lo que comúnmente se llaman “picos”, se ponen a funcionar de inmediato plantas generadoras que estaban fuera de servicio, o se incrementa la actividad de las que se encuentran en operación en ese momento, lo cual es caro y riesgoso.

Lo anterior, sin tomar en consideración si las redes de transmisión y distribución son capaces, tanto por sus transformadores y el calibre de sus cables, de conducir esos temporales incrementos de la demanda, hasta donde los usuarios necesitan tal energía.

El gran desafío de los sistemas eléctricos del mundo, y en especial de quienes los operan, como en el caso de México el Centro Nacional de Control de Energía (Cenace), consiste en mantener de forma constante y sin fallas el consumo requerido para la Península de Yucatán.

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