Habitantes de Chikindzonot, con temor tras cuerpos encontrados

Indicaron que "tenemos miedo de que los narcos lleguen aquí y rompan nuestra tranquilidad".

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Se mantiene un fuerte hermetismo por parte de las autoridades estatales.
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Tras el hallazgo de ocho cuerpos en estado de descomposición en terrenos de un rancho de Chikindzonot el pasado sábado, se mantiene un fuerte hermetismo por parte de las autoridades estatales en lo que se realizan las investigaciones, siendo que ha trascendido que entre los cadáveres no se encontró a ninguna persona originaria de Yucatán, ya que al parecer todos eran foráneos.

En un principio se mencionó que eran siete los cadáveres encontrados, pero en horas de la noche del sábado se informó que había un octavo cuerpo, el cual pertenece a Emilio Roberto Manzano Villanueva, de 46 años.

Los otros cuerpos fueron identificados, según la Fiscalía General de Quintana Roo, como José Luis Vallapando Pat, de 46 años; Edgar Medina Romero, de 19; Héber Crescencio Landeros Vidal, de 40; Flavio César Roblero García, de 24; David Azael Pool Poot, de 22; Moisés Nicolás Cuervo, de 41, y José Ismael Dzul Chan, de 20 años de edad.

Presuntamente los restos fueron encontrados en estado de descomposición y con signos de violencia o tortura, por lo que el caso pareciera estar relacionado con el narcotráfico del vecino estado de Quintana Roo.

Levantados en Xcalak

Pese al hermetismo en el caso, se rumora que los hoy occisos fueron levantados en la zona de Mahahual, en el rancho “Loma Bonita” de la localidad de Xcalak, cercana a la frontera con Belice.

En dicha zona se sabe que hay tráfico de sustancias ilícitas, pues presuntamente en las playas cercanas a veces recalan paquetes con enervantes procedentes de Colombia, esto debido a que algunos de los paquetes se desvían por la corriente del agua y luego son encontrados por los habitantes y los venden.

Ante esto, se presume que esa podría ser la causa de que levantaran a los trabajadores del lugar, quienes pudieron haberse topado con alguno de estos paquetes o que tenían relación con algún cártel de drogas que disputa el área, ya que ahí dominan el Cártel Jalisco Nueva Generación y el Cártel de Sinaloa de los “Chapitos”.

Se supo que los cuerpos fueron encontrados a la vera de la carretera estatal que une a Chan Chichimilá con la cabecera Chikindzonot, aproximadamente a unos 6+500 kilómetros, donde al parecer unos campesinos del rumbo encontraron la presunta fosa clandestina con los cuerpos a medio enterrar, y dieron aviso a la gente de la población, llegando al sitio varios curiosos antes que las autoridades, y constataron que no hubiera algún conocido.

Debido al hallazgo de los cuerpos, la Fiscalía General (FGE) emitió un comunicado en una página oficial del Estado, donde solamente recalca que colaboran con su homóloga de Quintana Roo en las pesquisas, tras el hallazgo de los ocho cuerpos en un rancho de la localidad de Chikindzonot, ubicada en los límites de ambos estados, así como su posible relación con los desaparecidos hace unos días en el poblado quintanarroense de Xcalak.

 

Los cuerpos fueron encontrados la mañana del sábado.

 

También, en el comunicado, se especificó que “en el lugar no se encontraron indicios que apunten a que las personas encontradas fueron privadas de la vida en el sitio donde fueron halladas”.

Según fuentes extraoficiales de Quintana Roo, se ha indicado que al menos dos de los cuerpos podrían corresponder a las personas desaparecidas en Xcalak. Todos habrían recibido el tiro de gracia.

Sin embargo, otras versiones han indicado que la cifra de personas desaparecidas es de 12, además que, al momento del ataque en el rancho “Loma Bonita”, hubo disparos en el lugar que dejaron algunas personas muertas, aunque la autoridad ministerial no ha confirmado los decesos.

Medios de comunicación locales reportaron que uno de los trabajadores logró escapar tras esconderse en el mangle y fue quien dio parte a los familiares sobre el secuestro y la supuesta muerte de algunos de sus compañeros, quienes en su mayoría provenían del poblado de Nicolás Bravo, ubicado en el municipio de Othón P. Blanco.

Temor entre los pobladores

Tras los hechos, la comunidad, de tradición maya-hablante, no durmió tranquila el sábado pasado y se despertó el domingo con el amargo sabor de boca de que en su territorio aparecieron los cuerpos de ocho personas ejecutadas.

Si bien es cierto que los asesinatos no se realizaron en Yucatán y que las investigaciones de las autoridades policiacas y ministeriales indican que los ahora occisos fueron “levantados” en la población de Xcalak, en territorio vecino, ejecutados por esa zona y sólo “tirados” en Chikindzonot, el temor entre los pobladores no es menor.

Sin dar sus nombres por obvias razones, se interrogó a varias personas de Chikindzonot y la constante fue: “Tenemos miedo de que los narcos lleguen aquí y rompan nuestra tranquilidad”.

La comunidad de Chikindzonot no escapa de las penurias de los pueblos mayas: pobreza, racismo, injusticias y abandono de las autoridades, pero, en términos generales, es un pueblo bastante pacífico.

Las riñas que se registran, robos y pleitos entre familias, son por causa de drogas y alcohol, pero no hay conexión directa o probada con grupos de narcos de alta capacidad operativa y de violencia.

 

 

Pues bien, los habitantes de Chikindzonot ya andan con cierto temor de que lo ocurrido el sábado se repita, por lo que demandaron a las autoridades gubernamentales y policiacas seguridad y más patrullajes.

“No es nada agradable que te enteres que nos dejaron tirados siete u ocho cadáveres, todos asesinados por narcotraficantes de Quintana Roo”, dijo un comerciante de esta comunidad.

Por su parte, Ana, ama de casa, dijo que se enteró del caso ya por la tarde. Agregó que siente temor que grupos del crimen organizado empiecen a hacer “visitas” a esta población, sobre todo que es frontera con Quintana Roo y que, en lugar de dejar cadáveres, comiencen los “levantones” y las ejecuciones.

En tanto, Mario expresó que entre los pobladores saben quiénes son las personas que venden droga y alcohol de manera clandestina. “Pero son todavía de poca monta, sólo le venden a los maleantes y a los vagos de esta población. No son todavía de ‘grandes ligas’”, manifestó.

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